The New Attack Against Human Rights

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Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador, volvió a decir que no le tiene mucho respeto a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que no tiene “autoridad moral” porque según él “guardaron silencio” en el pasado. Incluyó en ese supuesto silencio, por ejemplo, el caso de la noche de Iguala y los estudiantes de Ayotzinapa. Dijo que le parecía hipocresía. Esto, después de la inaudita respuesta de la Secretaría de Bienestar a la recomendación de la CNDH sobre el caso de las estancias infantiles o de que hace un mes López Obrador fuera el primer presidente en casi 30 años en no asistir al informe anual de la Comisión.

No sobra decir que López Obrador, en esta ocasión, no tiene los datos. Basta leer la investigación de la CNDH sobre Iguala o buscar en la página los cientos de recomendaciones e investigaciones sobre múltiples violaciones de derechos humanos.

La CNDH es de esas instituciones que sí funciona. Y muy bien. Pero son estos otros tiempos, malos para los derechos humanos y lo que se ha conquistado en las últimas décadas. Y lo son en el mundo.

En Estados Unidos, el secretario de Estado, Mike Pompeo, ha convocado una comisión con el fin de hacer más limitada la visión de aquel país en la promoción mundial de los derechos humanos y ajustarla a una que tenga que ver con “la ley natural”, es decir, la que tiene que ver con los grupos religiosos de aquel país.

Dijo el secretario Pompeo: “Espero que la comisión vuelva a las preguntas más básicas: ¿Qué significa decir o afirmar que algo es, de hecho, un derecho humano? ¿Cómo sabemos o cómo determinamos si esa afirmación de que esto o aquello es un derecho humano es cierta y, por lo tanto, debería ser respetada? ¿Cómo pueden existir derechos humanos, derechos que poseemos, no como privilegios que nos otorgan o incluso ganamos, sino que simplemente por virtud de nuestra humanidad nos pertenece? De hecho, ¿es cierto, como afirma nuestra Declaración de Independencia, que, como seres humanos, nosotros, todos nosotros, todos los miembros de nuestra familia humana, estamos dotados por nuestro creador de ciertos derechos inalienables?”

Son tiempos oscuros para la defensa de losde los derechos humanos. 

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