Closed Borders, Humanitarian Crisis

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Fronteras selladas, crisis humanitaria

En junio, el gobierno mexicano detuvo a 29 mil 153 migrantes, mil personas diarias. Además Estados Unidos devolvió a territorio mexicano 20 mil personas, en ciudades fronterizas. Por ahora, el número de mexicanos detenidos en las redadas de Donald Trump es bajo, pero cabe recordar que la mitad de las personas sin papeles en Estados Unidos, que suman varios millones, son mexicanos. Muchos tienen varios años viviendo y trabajando allá.

Además de los miles de detenidos por la migra apenas cruzaron la frontera y de los miles de muertos al intentarlo, ahora están bajo la mira millones de trabajadores que han vivido en condiciones laborales muy inestables y de bajos ingresos, por lo que viven hacinados y además son objeto de verdaderos atracos al enviar sus depósitos a familiares en México. Muchos son esquilmados por Banco Azteca, banco de Salinas Pliego y al que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador otorgó la cartera de las cuentas de los adultos mayores, unos 8.5 millones por 2 mil 550 pesos bimestrales, es decir 21 mil 675 millones de pesos y anualmente 130 mil 50 millones de pesos, en un sexenio serán 780 mil 300 millones. Cualquier comisión por manejo de esa cartera le da a Banco Azteca decenas de miles de millones, solo por el manejo de la cuenta de Adultos Mayores a las que hay que añadir otras, entre ellas la de los llamados ninis, casi 3 millones de aprendices pagados por el Estado a las empresas.

Los conflictos entre los migrantes con la Guardia Nacional ocurren diariamente, aunque el Presidente trate de restarles importancia. Lo mismo los malos tratos en los puestos de migración y no se diga los que están dándose en los campos improvisados de refugiados, cada vez más parecidos a campos de concentración.

En los hechos, México se convirtió en tercer país seguro. Las consecuencias que habrá en el país son inmensas e impredecibles en múltiples aspectos. Estamos ya en una crisis humanitaria.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha manifestado que le preocupa el aumento de las cifras de detención y deportación o retorno de extranjeros.

En éstos meses se han producido más de 200 mil retornos o deportaciones desde Estados Unidos. Con las medidas impuestas por Trump, muchos de esos migrantes serán enviados a territorio mexicano. Ante eso no existe capacidad para otorgarles refugio, salvo a unos cuantos, y es ridículo informar que unos 3 mil lo han recibido, cuando son ya cientos de miles y pueden llegar a millones.

La política del avestruz proclamada muchas veces por el Presidente, al decir que la “mejor política exterior, es la interior”, nos ha llevado al borde del abismo.

Ante Trump se optó por “evitar los gritos y sombrerazos”, llegando a la abyección ante su ultimátum, en palabras de Porfirio Muñoz Ledo: “no se vale pagar aranceles con carne humana”.

Transitar de un antiyanquismo vulgar al sometimiento, pretextando que no podíamos hacer otra cosa, es el resultado de no haber diseñado una política exterior acorde a los desafíos de una vecindad imposible de evitar y en pleno siglo XXI.

La demagogia del viejo estilo echeverrista nunca fue una verdadera opción, como tampoco los tratados al estilo salinista.

Ante la migración y toda la relación con Estados Unidos, es hora de pensar en la creación de la Unión de América del Norte.

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