Donald Trump’s Bad Week

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Dijo el presidente de Estados Unidos que no había visto el primer día de testimonios en el proceso de juicio político que se le sigue en la Cámara de Representantes de su país por presuntamente haber presionado al gobierno de Ucrania para afectar a Joseph Biden, probable contendiente en las elecciones a la Presidencia el año que viene.

Lo que sí es cierto es que desde el viernes ha acumulado decenas de tuits y retuits sobre el procedimiento atacando a testigos y congresistas demócratas. En un acto sin precedentes, uno de sus tuits criticando a la testigo del viernes, la ex embajadora estadunidense en Ucrania, se coló a la sesión del Congreso en tiempo real y fue comentado por los participantes.

Los primeros testigos, elegidos por los demócratas para arrancar causando impacto mediático fueron serios y contundentes. Servidores públicos de largas y prestigiosas carreras en el servicio exterior que describieron con precisión los intentos de la Casa Blanca para, primero, formar un equipo de negociación paralelo al normal para establecer la relación con el gobierno ucraniano y después para colocar la investigación contra Biden en el centro de la discusión. Conocimos algunos elementos nuevos, sobre todo el de una llamada de Trump a su enviado a Ucrania insistiendo que lo que más le interesaba era la investigación contra los Biden.

No hubo un smoking gun que hunda a Trump, pero sí la acumulación de testimonios que confirman una narrativa.

También quedó claro que los republicanos, hasta el momento, no piensan ceder, ni están considerando quitar su apoyo al presidente. Es más: el procurador general dio un discurso acusando a los demócratas de, mediante el procedimiento en la Cámara, alterar la voluntad de los estadunidenses en las urnas.

La semana terminó con la reelección del demócrata John Bel Edwards en Louisiana, a pesar de una intensa campaña de Trump a favor del candidato republicano.

Un año antes de la elección, las hostilidades han iniciado. Los demócratas siguen acumulando nuevos aspirantes a la candidatura y el ambiente en Washington es cada día más polarizado.

¿Hasta dónde y cómo reaccionará el presidente para seguir trabajando a su base electoral? Esa es la pregunta que tiene al mundo preocupado. 

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