Puede México ser neutral
La pelea entre Estados Unidos e Irán por el dominio de Irak no será con una guerra abierta, sino con una de baja intensidad. Resultante: terrorismo en Occidente y EU
Todas las guerras son porque alguien quiere algo, que el otro no le quiere dar. En Irak hay dos razones, el petróleo en el norte de su territorio y el crecimiento por todo el país de la secta chiita del Islam, que quisiera entregarse a los chiitas de su vecino Irán.
Oriente Medio es estratégico para Estados Unidos, por eso les peleó a los británicos, primero, y a los soviéticos, después, lo que quedó del gran imperio persa lo que hoy es Irán. En 1925 Washington ganó y se lo encargó a los Reza Pahlavi, dinastía que fue depuesta en 1941 por incompetente.
Washington se negó a perder e instaló en 1953 a otro Pahlavi como shah de Irán, ordenándole ser sanguinario y brutal con su oposición.En Washington reconocían que el shah era un hijo de puta, pero decían con orgullo… Es “nuestro hijo de puta” y también nuestro títere.
El shah para modernizar a Irán, les quitó el poder a los clérigos (ayatolas) que cuando vieron que Jimmy Carter y sus sueños de pacificador mundial no les estorbarían, derrocaron al shah.
En 1980, Irán quiso derrocar a Saddam Hussein en Irak a quien odiaban por ser sunita. Para acabar la carnicería EU, selló el avispero, pero George W. Bush metió la pata, destapó el avispero, mató a Saddam y les abrió el camino a los Ayatolas para devolverle el dominio a los chiítas.
Ahora nadie sabe qué hacer. Hay tres poblaciones en un mismo país que se odian entre si. Los sunitas en el noroeste junto a Siria, los chiítas en el sureste junto a Irán, ambos étnicamente árabes que se detestan por ser de dos ramas distintas del Islam.
En el norte a los kurdos les tocó el petróleo, ellos no son árabes, sino musulmanes sunnís que odian a los chiítas de Irán, que no son árabes sino persas. Hay quien dice que la solución es redibujar el mapa, pero eso desbarataría al mundo. Y Turquía, Irán y Siria temen que sus poblaciones kurdas de minoría se les rebelen ayudadas por su vecino kurdo rico en petróleo.
Los chiitas de Irak, alegremente se integrarían a los chiítas gobernando Irán, y así controlarían el petróleo iraquí, pero el mundo quedaría dependiente de su fanatismo.
Irak se formó de un capricho entre Winston Churchill y T.E. Lawrence– o Lawrence de Arabia, y ahora Estados Unidos con Donald Trump o sin él, nunca lo cederán a Irán.
Eso es lo que le da vida a ISIS, el Estado Islámico, que pretende dominar a los sunitas en Irak y en Siria. Si Irak se partiera en tres, habría una migración masiva y violenta peor que la que resultó del nacimiento de Pakistán.
Así, la pelea estadounidense con Irán por el dominio de Irak no será con una guerra abierta, sino con una de baja intensidad. Resultantes: terrorismo en Occidente y Estados Unidos dentro de Irán buscando a otro hijo de puta, que esté dispuesto a destronar a los ayatolas.
México es ajeno a esto, sin embargo, su larga frontera abierta, es un enorme riesgo de terrorismo para Estados Unidos. Así pronto llegará el momento en que Washington le pedirá a México probarle la bonita amistad que recientemente le prometió.
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