Sanders Will Hand Trump the Win

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Sanders dará la victoria a Trump

Biden no puede dedicarse a ganar votos en centro, que es donde se los puede robar al presidente

Aunque él no lo reconozca nunca, Bernie Sanders será el que dé la victoria a Trump el 4 de noviembre como fue el que le dio la victoria en 2016 frente a Hillary Clinton. Un estudio del profesor Brian Schaffner citado por Karl Rove, el arquitecto de las victorias de Bush hijo («Biden can’t loose, at Least Until November» WSJ 12-03-2020) explica cómo el 12 por ciento de los votantes de Sanders en las primarias de 2016 finalmente votaron a Trump. Eso representaba unos 48.000 votantes en Michigan donde Trump ganó por sólo 10.704 sufragios; o 51.000 en Wisconsin, Estado que conquistó por sólo 22.784. La enumeración de ejemplos podría ampliarse. La clave es que las razones políticas que se dieron entonces pueden repetirse hoy.

Semanas atrás Hillary Clinton dijo que ella por supuesto apoyaría la candidatura de Sanders si era elegido como candidato demócrata. Y que a ella le hubiera gustado que Sanders hubiese sido igual de leal con ella. Una encuesta de la agencia Emerson revela que el 87 por ciento de los votantes de Biden votaría al candidato demócrata quien quiera que fuese; Igual hará un 90 por ciento de los que apoyaron a Elizabeth Warren. Pero sólo un 53 por ciento de los sandernistas dice que votará a otro candidato demócrata.

La razón de esta actitud está en que el proceder de Sanders en 2016 le ha ido muy bien a este empeño por radicalizar el partido a la izquierda. Si hace cuatro años hubiera ganado Hillary Clinton, el partido seguiría disputando el centro político con los republicanos. Algo que Sanders odia. Él es un socialista y quiere mover al Partido Demócrata -que para él no pasa de ser una plataforma electoral y del que no es miembro- más a la izquierda. Pretende una toma al asalto del partido. A estas alturas del proceso de primarias, Sanders ya sabe que no ganará. Pero ha logrado un protagonismo que nunca tuvo un político de sus ideas. Si Biden gana a Trump, el Partido Demócrata estará más o menos en el centro. Si pierde tendrá otro argumento para pedir el giro a la izquierda.

El pasado miércoles Sanders advirtió a Biden que en el debate que mantendrán hoy -sin público- le pedirá que se defina en varios puntos como la sanidad pública, la educación superior gratuita, o la capacidad de los multimillonarios de pagarse sus campañas electorales. Esto de avisar a Biden con cuatro días de antelación parece una hábil manera de intentar definir el programa electoral del Partido Demócrata. No es que eso tenga después mucha influencia en la campaña y desde luego no tiene ninguna en el desarrollo de una Presidencia. Por eso todos nos sorprendimos tanto cuando vimos que Donald Trump cumplía lo que había prometido en su campaña electoral: porque nadie lo hace nunca.

El problema para Biden es que para poder ganar las elecciones debería poder concentrarse en ganar votos por el centro, que es el único lugar donde puede robar apoyo a Trump. Y en este momento tiene que luchar por no perder los de la izquierda de su propio partido.

Y todo esto ocurre mientras en estas primarias el respaldo a Sanders ha sido significativamente menor que hace cuatro años. El problema es que los sandernistas en las primarias demócratas, los votantes veinteañeros, han sido muchos menos que los de la tercera edad. Sanders no logra motivar a esos jóvenes para que vayan a las urnas que es donde se ganan unas primarias. No en instagram.

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