Trump’s Ace in the Hole: Why Are the Polls Mistaken?

 

 

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La carrera electoral americana está a punto de empezar y la única duda entre los distintos estudios demoscópicos es si los demócratas ganarán el Senado además del Congreso y la Presidencia.

En todas las encuestas el presidente Donald Trump va detrás por un mínimo de cinco puntos y en todos los medios, probablemente con la excepción de Fox News, se encargan de recordarnos a todos la pobre gestión del covid-19 por parte del presidente americano, y la gran crisis económica en la que se encuentra sumergido el primo hermano de Zumosol de la economía, los Estados Unidos de América.

El pasado jueves por no ir más lejos, ante la cifra de creación de empleos mensual más alta de la historia, Bloomberg televisión, (la televisión del retirado candidato demócrata Michael Bloomberg), intentaba sembrar dudas sobre la veracidad de dicho número y hacía hincapié en el dato de desempleo total, sin dar crédito ninguno a la posible recuperación en ‘V’ que muchos indicadores económicos ya predicen.

Y es esa recuperación en ‘V’, y la consiguiente reacción de los mercados, en la que Trump basa su posible victoria. La economía es importante, pero los mercados son más, ese es el as en la manga de Trump. Un presidente que a través de Twitter ha movido los mercados en la dirección que ha querido durante estos últimos años.

Trump es el mayor presidente-trader de la historia, en días de debilidad, siempre encontraba razones para atizar a la FED o deslizaba la posibilidad de llegar a un acuerdo con China o prometía nuevos programas de expansión… cuando el mercado se ha calentado en exceso, él ha sabido perfectamente como calmar los niveles y las valoraciones, con alguna de sus tuits más alocados.

Trump necesita a los mercados y lo más importante, los mercados necesitan/quieren a Trump: El Nasdaq en máximos históricos, el S&P casi en positivo en el año, el ingreso disponible del americano medio en niveles no recordados en décadas y el 401K de las pensiones americanas en una situación muy saludable. Todo ello al mismo tiempo que las cuentas abiertas en la plataforma de pequeños inversores Robin Hood se incrementan a niveles estratosféricos… Trump lo sabe.

Solo el pequeño inversor ha participado en esta recuperación bursátil, ¿qué creen que pasará cuando el inversor institucional se vea forzado a participar? Trump lo sabe.

El americano medio puede que no diga que votará a Trump en las encuestas por pudor, pero una consulta paralela y realizada en medio de la pandemia ponía de manifiesto que a ese americano medio le preocupaba más su situación económica que su salud. Trump lo sabe.

Por todo ello, no se sorprendan si ven un programa de infraestructura superior al billón (con nueve ceros, billón americano), un programa de expansión fiscal de similares dimensiones, planes de ayudas a las empresas de aquí a finales de año, y probablemente la mayor burbuja financiera de la historia que sin duda terminara teniendo todo tipo de consecuencias entre ellas algunas consecuencias inflacionistas. Pero eso será en la próxima legislatura. Trump lo sabe.

Mientras tanto la recomendación es que no apuesten contra el presidente americano, que inviertan sin duda parte de sus ahorros en renta variable y que no dejen de comprar oro, pues pase lo que pase estarán protegidos incluso si las predicciones electorales son totalmente fallidas.

Es ampliamente conocida la frase: “Es la economía, estúpido…” con la que el candidato Bill Clinton destrono en la campana de 1992 a Bush padre, contra todo pronóstico pues el presidente Bush había llegado a tener un 90% de aceptación. El Partido Republicano no lo olvida, hoy Biden es el que tiene un alto nivel de aceptación, pero es la economía y…. ¡Trump lo sabe!

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