Trump without His Social Media Network

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Le quitaron sus redes sociales a Trump, al menos por ahora, y la reacción de los defensores de la “libertad de expresión” no se hizo esperar. Lo que me llamó mucho la atención fue darme cuenta de cuántos de estos gritos venían de mexicanos que reclamaban que varios celebráramos el hecho que estas plataformas hayan decidido no seguir siendo parte del circo. Habrá muchísimas suspicacias respecto a lo que pasó el miércoles con los senadores en Estados Unidos, pero nadie puede decir que fue sorpresa la insurrección y mucho menos decir que esperaban otra cosa de Trump. “Váyanse a su casa, aunque nos robaron la elección, los amo” no es un mensaje de conciliación.

Twitter y Facebook siguen siendo piezas esenciales para este rompecabezas del cambio social y, sin duda, no han sido inocentes respecto a la manera en la que se conducen al determinar qué puede y no estar en sus redes. Pero esta semana tuvieron que tomar la decisión histórica de no darle voz a quien, sin duda, quedará como una de las más miserables figuras de todos los tiempos. Claro, lo hicieron cuando ya no podían ser más que cómplices u oposición, pero el momento llegó, Trump les dio con qué (incitar a la violencia es motivo de expulsión según las reglas de las redes) y lo hicieron.

Dos semanas de Trump en la presidencia (a ver) sin Twitter serán dignas de análisis, pero defensores de la libertad de expresión a todo costo: no es lo mismo callar a alguien que ofrecerle tu teléfono para que mande a matar a alguien. Trump gritará por siempre “¡Fuego!” en una sala donde no lo hay, causando tumultos y muertes. Ahí esta la raya que se cruzó esta semana.

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