MIAMI, Florida.- Durante 2020 y 2021, en Estados Unidos han muerto cuatro veces más policías por Covid que por razones de su trabajo.
Los sindicatos de policías rechazan el mandato de vacunación obligatoria. No hay manera.
Ahí está un ejemplo de que por donde pasa el populismo no vuelve a crecer el pasto, al menos por muchos años.
Trump envenenó a este país.
La ignorancia anticientífica cobra vidas. En el caso de los policías, cuatro veces más que las balas de los delincuentes.
Si una mínima parte de los oficiales muertos porque no se vacunaron contra el Covid, hubiese muerto a manos de indocumentados, en Estados Unidos tendríamos un escándalo nacional.
Como las muertes son por la creencia de que las vacunas no sirven, o son un negocio, o asunto menor, entonces nadie dice nada.
Salvo el gobierno, claro, que lucha por convencer a la población para que se vacune. Y la prensa, que exhibe este número asombroso de oficiales muertos por Covid (The New York Times, reportaje de Mitch Smith, el martes).
En el condado de Orange, aquí en Florida, 45 por ciento de los policías no está vacunado. Por su trabajo, la distancia social es imposible. Imposible ha sido, también, obligarlos a vacunarse contra el Covid.
Greg Abbot, gobernador republicano de Texas, emitió el domingo una orden por la cual prohíbe los mandatos de vacunación obligatoria, incluso a las empresas privadas.
Sin que esté prácticamente toda la población vacunada, no es posible doblegar a la pandemia, ni frenar nuevas variantes, ni relanzar con fuerza la economía. Republicanos se oponen a hacerla obligatoria.
Los senadores del Partido Republicano no han tenido inconveniente en aprobar casi 8 billones de dólares para gasto militar en los últimos 10 años, y ahora se niegan a votar tres y medio billones de dólares destinados a infraestructura social para los siguientes 10 años.
En ese paquete viene la ampliación de los servicios de salud. Para eso, rechazan gastar.
Ni siquiera van a aceptar la posibilidad de 2.2 billones a 10 años, que puede ser la última propuesta demócrata. Dicen que es deuda y déficit.
Lo anterior no es real: se pagan con el aumento de impuestos a los ingresos superiores a 400 mil dólares al año. Y los grandes ricos de Estados Unidos están de acuerdo con la medida. Los republicanos no.
Las matanzas y tiroteos conmueven a la nación de manera recurrente. Dramáticos han sido los casos de menores que disparan contra otros niños y jóvenes. Los republicanos se niegan a imponer mayores regulaciones a la venta de armas de fuego.
Los asesinatos de menores de edad, con arma de fuego, aumentaron 38.7 por ciento en 2020, respecto a 2019.
Treinta por ciento subieron los homicidios en 2020, de acuerdo con datos del FBI. Y ni así dan su brazo a torcer los legisladores republicanos.
Además, quieren a Trump de vuelta a la política, y que sea su candidato a la presidencia en 2024.
El Pew Research Center realizó una encuesta a finales de septiembre, entre republicanos e independientes que simpatizan con ese partido, y los resultados confirman el extravío en el Grand Old Party.
Sesenta y siete por ciento de ellos está porque Donald Trump regrese a hacer política activa a partir de ahora.
Tiene el liderazgo real de las bases del Partido Republicano.
Y 44 por ciento lo quiere ver como candidato presidencial en 2024. Sólo 22 por ciento de ellos lo prefiere apoyando a otro candidato republicano.
Así es que el hombre que empequeñeció a Estados Unidos…
Que mintió miles de veces a sus gobernados durante su mandato…
Introdujo a la inteligencia rusa en los asuntos políticos internos de su país…
Se burló de la pandemia y no tomó medidas a tiempo para salvar cientos de miles de vidas estadounidenses, que se perdieron…
Hizo sus aliados a presidentes populistas y xenófobos, en detrimento de los aliados históricos de su país…
Promovió la polarización y el racismo…
Fomentó el odio a los migrantes –especialmente contra mexicanos…
Separó familias…
Arrebató niños de la mano de sus padres, y aún están extraviados…
No pagó impuestos mientras sus compatriotas sí lo hacían…
Presionó a funcionarios estatales para que le dieran votos que no ganó, y así arrebatar la presidencia…
Alentó la toma violenta del Capitolio, con muertos en la refriega, para impedir que declararan triunfador al que lo venció en las urnas…
A ese hombre lo quieren como su líder y abrazan su intolerancia.
Un gran partido, el Republicano, está perdido.
Estados Unidos no cuenta con él para resurgir de la pandemia como un mejor país.
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