Trump-Truth: Truths That Are Lies

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Trump-Truth: verdad que es mentira

El peligro de su nueva red social reside en la habilidad de Trump para enardecer y movilizar a sus ultras, que contarán con espacio propio liberado de todo mecanismo de control

Escasamente a un año de ser derrotado en las urnas, Donald Trump contraataca con la mirada puesta en las elecciones legislativas de 2022. Y lo ha hecho en su arena predilecta, las redes sociales de las que fue expulsado, con la creación de una plataforma digital que refleja de los rasgos de su personalidad: Truth Social (sic), esto es Verdad social. En Truth los tuits se llamarán “verdad” y podrán retuitearse como “re-verdades”. La etiqueta, que por semejanza sonora de las palabras —Trump-Truth— juega con la personificación de la “verdad” en Trump, apela a certezas incuestionables, dicotomías absolutas y verdades versus mentiras, dispensadas por Trump en calidad de sumo sacerdote. Un eco de la imposición de la mentira que encarnó el soviético Pravda, en ruso también Verdad. Mesianismo tuitero para generalizar la confusión.

La nueva red social, que anuncia combatir la tiranía de las grandes tecnológicas de Silicon Valley y defender la libertad de expresión sin discriminación, recomienda a los usuarios evitar en los textos palabras completas en letras mayúsculas —el sonido escrito de los gritos—, prerrogativa distintiva de Trump-Truth. Será censurado cualquier escrito que “según nuestra opinión, desacredite, empañe o de algún modo perjudique a la web o a nosotros”. Es el monopolio del engaño. Ante tal contrasentido, tendremos por seguro que esta truth en verdad sea mentira. Una mentira fundacional que se afirme sobre la gran fullería del supuesto fraude electoral del pasado año.

La programación incluirá contenidos antiwoke. Si los excesos de la cultura de la cancelación, la persecución inquisitorial de personajes controvertidos, ahondan en lo “políticamente correcto”, los zafios exabruptos de Trump abonan el campo de lo “políticamente escatológico”. Difícilmente podrán neutralizarlo en su red social, al contrario, en ella encontrarán refugio quienes deseen polemizar con la corriente woke, incrementando el nivel de polarización.

Analistas de diversos medios han desgranado las razones de un posible fracaso de Truth: el antiguo mandatario lo intentó sin éxito con anterioridad y estaría desprestigiado. Sin duda la nueva plataforma no podrá rivalizar con Facebook o Twitter, pero el destinatario de Trump no es la opinión pública general, sino el círculo de los suyos que aspira a ampliarse y adquirir mayor agresividad.

El peligro reside aquí en la habilidad de Trump para enardecer y movilizar a sus ultras, los cuales, a partir de ahora contarán con espacio propio liberado de todo mecanismo de control que actúe como cortafuegos frente a sus impulsos incendiarios. De momento, el valor de la empresa inversora se ha multiplicado en la bolsa por 10, un indicador de que Trump cotiza al alza. Por ello la experiencia aconseja no menospreciar al expresidente, como ocurrió en las elecciones de 2016, cuando las encuestas pronosticaban una victoria de Hillary Clinton. Más aún al ser el candidato mejor valorado del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales del 2024. Truth podrá ser un eficaz medio de intoxicación antidemocrática.

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