The Complicated Issue That Wasn’t Addressed at the North American Leaders’ Summit

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El complicado tema que no se tratará hoy

The New York Times reportó ayer que las muertes por sobredosis de drogas rompieron récords históricos durante la pandemia, según investigadores del gobierno federal.

De abril de 2020 a abril de 2021 más de 100 mil estadunidenses murieron por sobredosis, casi 30 por ciento más que las 78 mil muertes del periodo anterior, según cifras provisionales del Centro Nacional de Estadísticas de Salud. Esta cifra es mayor que las muertes por accidentes automovilísticos y armas combinadas.

El problema de adicción y, por lo tanto, demanda de drogas en Estados Unidos es un asunto central en la agenda de cualquier presidente de EU y desde hace décadas en su relación con los países donde se originan y se distribuyen las drogas. La guerra contra las drogas lanzada por Nixon y repetida por muchos otros países productores y distribuidores ha resultado un desastre. Según datos de la oficina de drogas de la ONU, el año pasado se produjo más cocaína en Colombia que en tiempos de Pablo Escobar; en México se sigue produciendo buena parte de la heroína que llega al otro lado; la mariguana va de bajada solo porque una parte del país vecino ya la legalizó. Y así, lo que también sigue aumentado es la violencia y la criminalidad.

Y en el país del consumo las muertes por sobredosis, entre otras cosas porque la persecución de las drogas conocidas ha provocado la creación de nuevas sustancias psicoactivas que provocan cosas parecidas a las drogas perseguidas. Con una diferencia: son mucho más peligrosas porque llegan al consumidor con mínimos de información y muchas veces con mezclas que contienen dosis o mezclas que el consumidor desconoce.

Miles de millones de dólares en la guerra inútil no han servido para nada. Las personas, como lo han hecho desde hace siglos, seguirán consumiendo drogas. Legales o ilegales. Si fueran serios, tal vez en la Casa Blanca deberían empezar a discutir y tomar ejemplo de países que han comenzado a invertir en estrategias de reducción de riesgo.

No es que en varios países de Europa no se consuman drogas: ¿por qué los números de muertes son mínimas? La legalización, los programas de análisis de sustancias enfocados en ciertos demográficos y otras herramientas.

Pero está claro que no harán nada que no sea guerra, tal cual lo anunció hace medio siglo Richard Nixon.

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