Biden o el riesgo de polarizar más EEUU
Biden pretende acabar con las mayorías cualificadas en el Senado que hoy le están impidiendo sacar adelante su reforma electoral
Joe Biden celebró su triunfo electoral en noviembre de 2020 con la promesa de «sanar a Estados Unidos». De volver a unirla tras un mandato, el de Trump, que dejó a la primera democracia del mundo sumida en una polarización inquietante. Pero los últimos movimientos de la ofensiva política del actual inquilino de la Casa Blanca, por bienintencionados que sean, pueden coadyuvar a ensanchar aún más la fractura. Biden pretende acabar con las mayorías cualificadas en el Senado que hoy le están impidiendo sacar adelante su reforma electoral, y ha emprendido una guerra contra estados en manos republicanas a los que acusa de conculcar los derechos civiles mediante regulaciones electorales que restringen de facto la participación de las minorías. Biden desea federalizar el voto para que no puedan ponerse trabas a nivel estatal, pero eso también podría alimentar la polarización que se pretende combatir.
La democracia estadounidense se sustenta en el principio de controles y contrapesos para prevenir la concentración de poder, así como en un reparto bien definido de competencias entre estados y Ejecutivo federal. La competencia legislativa en materia electoral corresponde a los estados. Biden quiere cambiar las reglas del Senado, que permiten vetar leyes si no se alcanzan los tres quintos. Pero igualdad y gobernabilidad deben conciliarse con el respeto al diseño constitucional.
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