A Polarized Country

 

 

<--

Un país polarizado

La polarización política en EU parece estar en un punto álgido, quizá más que nunca en las últimas décadas y a tal grado que algunos llegan a hablar de una posible insurrección armada. 

Pero ni republicanos ni demócratas son homogéneos, y la polarización, de acuerdo con académicos de ese país, resulta mucho más visible en el Partido Republicano. 

Según un proyecto de investigación de la Institución Brookings, hay evidencia de que “moverse a la extrema derecha es recibido con más entusiasmo entre los votantes republicanos que moverse a la extrema izquierda entre los demócratas”.  

El hecho es que los republicanos, que fueron el partido que defendió la unidad estadounidense y con ello combatió la esclavitud, son ahora considerados como el centro que aglutina la derecha, integrada en gran medida por los sectores que ahora representa el expresidente Donald Trump.

En ese marco, no es accidente que extremistas hayan hecho eco de los llamados de Trump al rechazo de los resultados electorales y protagonizado el ataque al Capitolio en enero de 2021. 

El exmandatario se convirtió en el líder de facciones de la derecha republicana, que parece la dominante, como se reflejó en las candidaturas al Congreso en este ciclo electoral. 

De acuerdo con el reporte de Brookings, si bien el magnate respaldó directamente a sólo 12% de los aspirantes, 30 % buscó divulgar fotografías con Trump o menciones favorables del expresidente y casi 60% hizo saber posturas favorables al movimiento MAGA.

La historia demócrata es distinta. Hay un sector que se ostenta como socialista o prosocialista, con el senador Bernie Sanders como líder más visible y personajes como la diputada Alexandria Ocasio-Cortez, pero casi tres cuartas partes de los precandidatos en los comicios primarios se mantuvieron alejados de ellos.

El reporte de Brookings insinúa que el predominio de activistas de derecha no es necesariamente representativo del pensamiento de todos los republicanos, pero tanto en la realidad como en la percepción pública, los aspirantes que de alguna forma se vincularon con Trump han tenido mayor impacto en la selección de candidatos al Congreso.

La pregunta para las elecciones de 2022 es en qué medida la aceptación entusiasta del trumpismo puede ser contraproducente para el Partido Republicano, toda vez que ha llevado a excesos en frentes que van de la migración al aborto.

En EU la política se mueve en ciclos de dos años, la duración de un periodo legislativo en la Cámara baja. Y por lo pronto, las señales favorecen todavía a los republicanos aunque los demócratas parecen haber mejorado gracias, irónicamente, a las propuestas de sus adversarios.

About this publication