Republicans and the Far Right, Migration and Security …

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Republicanos y ultraderecha, migración y seguridad…

El sentimiento antiimigrante no es nuevo. Ha sido parte de la cultura social desde antes de que fuera EU. Los que llegaban eran vistos con malos ojos.

De la idea que se trata de “reemplazar” a los estadounidenses blancos con latinos o asiáticos a la “reconquista”, o sea un gran plan mexicano para repoblar los territorios perdidos en 1848.

Tan absurdas como puedan ser, y sean, esas teorías son parte de la mitología que une a grupos de derecha conspiracionistas, que por años se habían mantenido en los márgenes de la política estadounidense.

Pero hoy están en los pasillos del poder. Su inclusión en el tejido del Partido Republicano se debe, sobre todo, al expresidente Donald Trump; y el rejuego político les permitió obtener una influencia considerable, reflejada ahora en la Cámara de Representantes (diputados), donde comités controlados por ellos celebrarán audiencias en las que buscarán enfatizar los peligros de una frontera “desprotegida” ante la posible llegada de terroristas, la entrada de criminales y por supuesto el tráfico de fentanilo.

Que los terroristas no necesiten llegar a México para entrar a EU es evidente. El mayor acto de ese tipo en la historia estadounidense, el 11 de septiembre de 2001, fue cometido por musulmanes extremistas que lanzaron aviones de pasajeros secuestrados contra las Torres Gemelas de NY y el Pentágono en Washington. Un cuarto aparato se desplomó en Pensilvania. Casi todos los secuestradores eran saudíes con visa de estudiante.

Los demás atentados, incluso el ataque contra el edificio federal de Oklahoma en 1995 y un sinfín de masacres en escuelas y centros comerciales, fueron cometidos, sobre todo, por estadounidenses blancos, armados y con algún tipo de queja contra alguna autoridad…

El sentimiento antiimigrante no es nuevo. Ha sido parte de la cultura social desde antes de que fuera Estados Unidos.

Ya desde entonces, los que llegaban eran vistos con malos ojos, en especial si no eran procedentes de Inglaterra o Escocia.

Los alemanes eran considerados como zafios y maleducados en la Pensilvania colonial y muchos irlandeses de origen escocés fueron prácticamente empujados a colonizar tierras en los márgenes de las Trece Colonias, especialmente en lo que luego fue el sur confederado.

De que hay tráfico de drogas de México a Estados Unidos no hay duda, pero las propias agencias policiales estadounidenses afirman que la mayor parte entra por los puertos fronterizos, en escondites habilitados en vehículos o disfrazadas en el enorme tráfico comercial, y no en la espalda de un indocumentado, aunque haya habido instancias.

La estupidez de las teorías no evita su peligrosidad, señaló recientemente Vanessa Cárdenas, del grupo “America’s Voice” al recordar que fueron usados como “justificación” por varios asesinos en masa, de 2017 a la fecha. Y las vamos a escuchar en las campañas políticas republicanas de 2024.

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