Informe del Departamento de Estado
Gran revuelo ha provocado el informe del Departamento de Estado norteamericano, a cargo de Antony Blinken, dado a conocer en días pasados, donde, entre otras cosas se informó, palabras más, palabras menos, que en buena parte del territorio nacional, diversos cárteles del narcotráfico dominan por sobre las autoridades mexicanas e imponen su propia ley. Se dice también que a lo largo y ancho del país ocurren diariamente desapariciones forzadas, secuestros, asesinatos, aparte de privar un ambiente de terror e inseguridad entre los habitantes y un sin número de negocios grandes, medianos y pequeños, a quienes se exige derecho de piso para poder operar en ciudades tan importantes como Matamoros en el estado de Tamaulipas, León, en Guanajuato, diversos municipios de estados como Michoacán, Guerrero, Veracruz, Quintana Roo, Chihuahua, Sonora, Jalisco, Zacatecas, Estado de México, por mencionar sólo los más importantes; prácticamente en la mitad de los estados de la república, la inseguridad y los hechos delictivos como homicidios, en matanzas múltiples, ejecuciones, robos, incendios de casas y negocios, asesinatos de autoridades y otras atrocidades, de lo que los noticieros dan cuenta todos los días, constituyen una triste realidad cotidiana y lo más grave es que hemos perdido la capacidad de asombro ante tal nivel de barbarie e incapacidad de nuestras autoridades para enfrentar, detener y castigar a los cientos de delincuentes, que gozan de total impunidad.
La principal obligación de cualquier estado democrático es garantizar la seguridad de sus habitantes, velando en todo momento por el cumplimento del estado de derecho para tranquilidad y sana convivencia de los habitantes de cualquier nación civilizada. Es evidente que esta superior encomienda del estado en México no se cumple, como lo podrían constatar la mayoría de los mexicanos.
Se cuestiona al gobierno de los EU porque interviene con sus informes, por cierto bien documentados, en la vida interna de países del extranjero, pero lo que no se dice es que la mayoría de países en vías de desarrollo como México, reciben apoyos multimillonarios para diversos programas de tipo social , de parte de Norteamérica y es por ello que el departamento de estado hace un análisis de la situación de esos países para ver hasta que punto las ayudas son bien canalizadas, dando la debida prioridad a los temas de mayor incidencia en el desarrollo de las naciones que reciben los apoyos.
No creo que sea adecuado que nuestras autoridades se rasguen las vestiduras y se ofendan ante realidades innegables. Al contrario, debería verse la crítica como un motivo de colaboración con el vecino del norte para enfrentar a la delincuencia que está desatada. Uniendo los esfuerzos de los dos gobiernos con base en acuerdos debidamente estipulados, sería más fácil detener la ola de violencia que nos está destruyendo como sociedad y como nación. La soberanía no tendría por que ser vulnerada ya que quienes en verdad la dañan son los grandes cárteles del narcotráfico que se han adueñado de vastas zonas del país, afectando a millones de compatriotas que en muchos casos sólo ven como alternativa, abandonar el país para proteger sus vidas, así de sencillo.
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