Trump and His Anti-Drug Policy

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Trump y su formulación antidrogas

Lo que no está del todo claro es lo que eso implica. El problema afecta a los dos países, de forma distinta claro, pero su impacto en la relación es enorme

Para el expresidente Donald Trump, presunto candidato presidencial republicano, “el fentanilo llega de México” y “algo tiene que hacerse” para enfrentar un problema que provoca decenas de miles de muertos anuales en Estados Unidos.

Lo que no está del todo claro es lo que eso implica. El problema afecta a los dos países, de forma distinta claro, pero su impacto en la relación es enorme.

En sus declaraciones a la cadena NBC, Trump destacó que los estadounidenses han tenido más muertos por fentanilo que por cualesquier guerra en la que hayan participado. Un poco exagerado, pero no del todo incorrecto.

La imagen de México como origen del fentanilo o fuente del tráfico de drogas no es nueva en Estados Unidos. Pero los últimos meses son el marco de tiempo en que por primera vez una parte del espectro político estadounidense habla abiertamente de usar recursos militares o intervenir directamente en México contra el narcotráfico.

Trump aseguró recientemente que “es una guerra contra los cárteles. México está petrificado por los cárteles. Los cárteles están gobernando México. No estoy demasiado preocupado por esa guerra”.

La formulación contrasta en su relativa sobriedad con los estridentes gritos de la mayoría de sus competidores por la candidatura presidencial republicana, toda vez que para Trump la “guerra” no sería contra el gobierno mexicano sino contra los cárteles.

Pero la verdad es que también es un contraste con sus propias declaraciones de otros tiempos.

Ciertamente la palabrería guerrera es parte tradicional del vocabulario político-electoral estadounidense. Hace aparecer como si quien se pronuncia está dispuesto a hacer algo y a tomar medidas difíciles.

Paralelamente, es una forma de esconder su ignorancia, especialmente en lo que respecta a política internacional.

Pero esta vez esa demagogia puede tener impacto real en una población que no parece encontrar más salida a sus problemas que definirlos como una contienda, sea la “guerra contra la pobreza”, “la guerra contra el analfabetismo” o la “guerra contra las drogas”.

La insistente denuncia de México como fuente de problemas tiene ángulos racistas y xenofóbicos, pero con un efecto real.

Las constantes negativas del gobierno mexicano sobre el origen del fentanilo sólo han contribuido a un problema de credibilidad, al menos en Estados Unidos.

De hecho, recordó Paul Poast, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chicago, la creencia de muchos estadounidenses es que el gobierno de México ha estado involucrado “en una batalla prolongada, violenta y finalmente perdida contra los cárteles de la droga mexicanos que producen y transportan fentanilo a Estados Unidos”.

De acuerdo con las opiniones vertidas por varios de los aspirantes a la candidatura presidencial republicana en su primer debate, hace un mes, “dado que las autoridades mexicanas no han podido detener a los cárteles, se requiere una acción militar decisiva de Estados Unidos”.

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