US: Republicans and Election Distrust

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Cuestionar desde ya el resultado de las elecciones busca obtener ventaja de la división, una que ha llevado a resultados apretados en los últimos comicios

A cinco meses de las elecciones del 5 de noviembre, los republicanos parecen cuestionar desde ya la confiabilidad de la votación en lo que algunos denuncian como una amenaza y una forma de socavar la democracia.

De hecho, el exmandatario y casi seguro candidato presidencial republicano Donald Trump y sus aliados han señalado ya que no reconocerían el resultado de los comicios y advertido sobre la posibilidad de violencia en caso de perder.

El punto de los republicanos es la desconfianza en las elecciones y el sistema electoral estadounidense a partir de las denuncias de Trump y sus asociados en torno a los comicios de 2020. La estrechez de los márgenes de victoria ayudó al cuestionamiento de los resultados, sobre todo, en estados como Georgia o Arizona, pero a la fecha, cuatro años después, no han presentado pruebas sobre las presuntas trampas.

Al contrario, se han presentado serias acusaciones respecto a los denunciantes.

Pero, hoy por hoy, Trump y su narrativa de “fraude” son los dueños del Partido Republicano, donde muchos han tenido que tragarse su orgullo para dar marcha atrás de lo que alguna vez dijeron y alinearse ahora con el expresidente.

En el sistema de EU, cada estado se hace cargo de organizar las votaciones en su territorio. A la fecha, los republicanos no han sustanciado sus acusaciones y hay una serie de juicios contra personas que trataron de “corregir” los resultados.

Pero eso no evita que Trump y sus aliados mantengan la idea de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas y parezcan, al menos, preparar el terreno para desconocer los resultados de 2024, en parte también con la idea de que tienen el respaldo de grupos armados de derecha que en diversos momentos han tratado de presionar con su presencia a funcionarios electorales.

Grupos militantes de derecha participaron en el intento de asonada del 6 de enero de 2021, cuando luego de un mitin encabezado por el entonces presidente Trump irrumpieron en el edificio del Capitolio, para tratar de evitar que el Congreso certificara los resultados de la votación y la victoria de Joe Biden.

Puede recordarse, como hizo recientemente politico.com que Trump aún sostiene que el entonces vicepresidente Mike Pence tenía la autoridad constitucional para anular el resultado de las elecciones de 2020. El exvicepresidente está literalmente aislado de su partido por cumplir con su trabajo, según lo determina la Constitución.

El intento de cuestionar desde ya el resultado de las elecciones busca obtener ventaja de la división en el país, una que ha llevado a resultados apretados en los últimos comicios, en especial en estados considerados bisagra, que se pueden inclinar a uno u otro lado por diferencias pequeñas de votos, y en los que, según expertos, se definirá el triunfo electoral.

Pero todo señala a, por lo menos, la posibilidad de acciones legales prolongadas por parte del bando de Trump.

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