Trump and His US Cult

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A lo largo de la semana, en el Fiserv Forum, casa de los Bucks de Milwaukee, presenciamos el operativo político-religioso para transformar a Donald Trump en candidato presidencial del Partido Republicano, pero también en el líder de una secta nacional que ve a Trump, un pecador de élite, como un santón que tiene una misión divina.

Por eso, por la misión divina que tiene, salvó la vida por centímetros durante el mitin de Butler, Pennsylvania, y ahora tiene vía libre para regresar a la Casa Blanca. Como se trata de una secta americana su primer gran impacto ha sido en el merchandising con toda clase de artículos con la imagen de Trump levantando el puño con la oreja sangrante después del atentando, gritando ¡figth! ¡fight! Si hubiera sido un montaje no les habría salido tan bien.

En la acera de enfrente los demócratas todavía no están seguros si Joe Biden, un político profesional, máximo representante del establishment gringo, tiene Parkinson, demencia senil o solo un COVID mal cuidado. Esta mañana de viernes la imagen de Trump, con todo y su oreja de la suerte, aparece en las portadas de periódicos de todo el mundo que ilustran momentos de su discurso de aceptación de la candidatura presidencial republicana.

Que pueda ganar la presidencia supone un montón de nuevos problemas para México y para el gobierno que arranca en octubre, justo un mes antes de los comicios en Estados Unidos. ¿Están la doctora Sheinbaum y su equipo preparados para la pesadilla que asoma en el horizonte? Más nos vale que sí.

Trump y su secta explican con simplicidad escalofriante varios de los más graves problemas de Estados Unidos. El tema de la frontera con México es un buen ejemplo. Ellos sostienen que es la puerta de entrada de todos los problemas comenzando por las drogas y los migrantes indocumentados que les quitan trabajos a los norteamericanos, son violadores y rateros y por si fuera poco afean las calles. No hay que perder de vista que hay entre los republicanos propuestas concretas de que fuerzas especiales del Ejército gringo irrumpan en suelo mexicano para eliminar capos de la droga, a quienes considera líderes terroristas.

Para solucionar este problema lo primero que harán será terminar el muro fronterizo, mientras más grande mejor. Trump alardea de que la parte de muro que construyó durante su primera administración la financió en realidad México que movilizó a su Ejército ante el primer amago de Trump de poner impuestos extras a todos los productos provenientes de México, con lo que pasamos al segundo problema de la frontera mexicana: la entrada de productos chinos. Trump ya dijo que es algo muy malo que empresas chinas, sobre todo del ramo automotriz, se establezcan en México para producir autos para venderlos en el mercado norteamericano. El comercio chino será tema central de la campaña de Trump y de su gobierno en el caso de que triunfe. Trump amagará con dinamitar el T-MEC si México acepta que plantas de oriente, además de chinas también las coreanas, se establezcan aquí.

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