Porque la elección todavía es del republicano Donald Trump para perder
La “luna de miel” que hoy disfruta la vicepresidente Kamala Harris parece haber dado ventaja a los demócratas en una campaña electoral que hace menos de dos meses creían perdida y aún pueden perder.
Porque la elección todavía es del republicano Donald Trump para perder.
Desde su nominación, a fines de julio, Harris despertó el entusiasmo de los demócratas ratas y alcanzó una ligera ventaja general, de 45.8 por ciento a 43.7 pc sobre Trump, el polémico expresidente que ha recaído en su táctica de insultar a sus oponentes, a falta de mejor respuesta.
La bien recibida selección del gobernador de Minnesota, Tim Walz, como candidato a la vicepresidencia, dio a los demócratas profundidad, aunque también un grado de controversia respecto a su servicio militar.
La realidad es que hace algunos meses había una coincidencia de opiniones respecto a los candidatos “cantados” de los dos partidos: los estadounidenses hubieran deseado que fueran otros. El presidente Joe Biden era percibido a sus 81 años como demasiado viejo y visiblemente débil, y el republicano Trump, de 78 años, más aparentemente energético, pero éticamente indeseable.
La renuncia de Biden a seguir su candidatura, luego de un desastroso debate el 27 de junio y la presión de sus correligionarios, puso el foco sobre Trump y sus problemas.
De acuerdo con la acreditada página FiveThirtyEight, especializada en valoración de encuestas, Harris tiene ya una ligera ventaja en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, tres de los siete estados considerados como “bisagra” donde se estima que se juega la elección. Trump lidera, también ligeramente, en Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada, pero, en opinión del Cook Political Report, hay un cambio fundamental en la situación, incluso en las campañas donde se juegan las mayorías legislativas.
“Por primera vez en mucho tiempo, los demócratas están unidos y llenos de energía, mientras que los republicanos les pisan los talones. Los errores no forzados tanto de Trump como de su candidato a vicepresidente J.D. Vance han desviado la atención de los medios de la edad de Biden a las deficiencias de Trump”, explicó el análisis de Cook.
Pero dadas las peculiaridades del sistema electoral estadounidense, donde cada estado elige un número de electores determinado por su población, la elección todavía es de Trump para perderla.
De hecho, hace recordar una incongruencia: en dos ocasiones, los últimos 25 años, los demócratas tuvieron la mayoría del voto popular, pero perdieron en el Colegio Electoral: en las elecciones de 2000 el republicano George W. Bush tuvo 50.456,002 votos contra 50.999,897 del demócrata Al Gore, pero los republicanos lograron 271 votos electorales contra 266 de los demócratas; en 2016, la demócrata Hillary Rodham-Clinton logró 65.853,514 votos contra 62.984,828 del republicano Trump, que, sin embargo, obtuvo 304 votos electorales contra 227 de aquella.
¿Se repetirá la historia?
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