Trump and the World

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¿Puede poner Trump las tarifas que anuncia? legalmente quién sabe, pero no está claro si servirían de algo

Donald Trump parece listo para enfrentar al mundo. O por lo menos convencido de que puede hacerlo. Trump exigió el sábado al grupo formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (BRICS) y sus asociados (Irán, Egipto, Etiopía y los Emiratos Árabes Unidos) que se comprometan a utilizar el dólar estadounidense como moneda de reserva y amenazó con imponer aranceles del 100 por ciento a sus productos si intentan abandonarlo.

“La idea de que los países BRICS están tratando de alejarse del dólar mientras nosotros nos quedamos de brazos cruzados y observamos se ACABÓ”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales Truth Social.

“Exigimos un compromiso de estos países de que no crearán una nueva moneda BRICS ni respaldarán ninguna otra moneda para reemplazar al poderoso dólar estadounidense o se enfrentarán a aranceles del 100% y deberían esperar decir adiós a las ventas a la maravillosa economía estadounidense”.

Pero si esa es una táctica que puede funcionar con Canadá, México y otros países que tienen una íntima relación socio-económica y en el caso de aquellos dos, un altísimo comercio con los Estados Unidos, quién sabe cómo pueda traducirse con países que no tienen el mismo grado de cercanía.

Y aunque suene mal, la economía estadounidense es enorme, fortísima, pero no es tan maravillosa sin el respaldo que le ofrecen Canadá y México en el marco de una región norteamericana de producción integral y una relativa unidad geopolítica.

Trump envió su ofensivo mensaje semanas después de que la última cumbre del BRICS, en octubre, no llegara a un consenso sobre propuestas para crear una moneda única y de que un portavoz del gobierno ruso, uno de los motores de los BRICS, apuntase que la creación de una divisa común no era posible todavía.

El hecho es que Trump y su bravuconería ofrecieron nuevos argumentos a quienes en el mundo desean encontrar alternativas al dólar y que ya por años las han buscado infructuosamente.

Por lo pronto podría decirse que hasta ahora, al menos, los desafíos al papel del dólar en el sistema económico y financiero mundial han sido tanto una promesa como una amenaza más allá del horizonte que de alguna manera nunca se materializan.

Ciertamente, el Yuan chino sería la moneda más abocada a convertirse en la competencia del dólar estadounidense, pero ya hace ocho años que el Fondo Monetario Internacional lo añadió a la canasta de monedas de reserva y todavía no acaba de despegar pese al creciente poderío comercial chino.

China es la segunda mayor economía del mundo y su crecimiento económico es un reto, pero no todavía un desafío, a la hegemonía estadounidense.

Trump, pues, parece determinado a dar, al menos ante el público estadounidense, la imagen de un país con fuerza renovada, con base en la misma economía que hace dos meses denunciaba y mágicamente se repuso hace 25 días.

¿Puede poner Trump las tarifas que anuncia? legalmente quién sabe, pero no está claro si servirían de algo.

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