Alvaro Uribe is wrong again when he says that the UNASUR summit is not an appropriate setting to explain his defense policy.
Why not? Not only is it the summit of neighboring countries advancing towards unity, but the two central themes are the military coup in Honduras and the presence of seven American military bases in Colombia. What is more, the Bolivian president will propose a resolution that Latin America not accept foreign military bases any longer.
One can assume what will happen by considering the positions of the presidents of Argentina, Bolivia, Uruguay, Brazil, Ecuador and Venezuela. However, facing foreign press, Uribe preferred a tour without speeches. This is another one of his methods: remain silent or scold the journalists when they ask questions.
The regular method used to be to tell Congress and the American government. However, they, too, remained silent about other underlying issues, thereby exacerbating the situation.
No; Uribe does not like to use conventional methods. He demonstrated this by straying from his party to win the office, authorizing perks to Yidis and Teodolindos to remove obstacles to re-election and taking every possible shortcut to save his already hopeless referendum.
The country learned quickly and the perpetual war added unsanctioned paths like false positives, a doubtful policy of rewards, stabs at the opposition and the indiscriminate but inefficient purification efforts.
Such diplomatic irregularities have more than just a political cost. Today, millions of Colombians on the border, affected by the 13 percent decline in trade with Ecuador, pay out of pocket. Venezuela refuses to buy ten thousand vehicles from us. Ecuador is safeguarding more than 1,300 of our products. Amen to stigmatization.
Straying from normal methods of conduct plants a seed of de-institutionalization and undermines coexistence. This “it’s all worth it” is a bad example. Acting as if his absence in Quito is altogether different or that it is a question of dignity; my God!
SE VUELVE A EQUIVOCAR EL PRESIdente Uribe al decir que la cumbre de Unasur no es el escenario idóneo para exponer su política de defensa.
¿Cómo no? No sólo es la cumbre de los países vecinos que avanzan hacia la unidad, sino que los dos temas centrales son el golpe de Estado en Honduras y la presencia de militares estadounidenses en siete bases colombianas. Aún más, el presidente boliviano lleva una propuesta de resolución para que no se acepten bases militares extranjeras en Latinoamérica.
Sólo basta con repasar la posición de los presidentes de Argentina, Bolivia, Uruguay, Brasil, Ecuador y Venezuela para suponer lo que va a pasar. Pero Uribe prefirió la gira muda frente a los medios extranjeros; esa es otra irregularidad suya: callar o regañar cuando hay periodistas que preguntan.
El conducto regular era contarle al Congreso, y junto con el gobierno estadounidense, que también calló sagazmente para quedarse con el género y sin el pecado.
Pero no, Uribe, y ese es su talante, no gusta de los conductos regulares. Lo demostró apartándose de su partido para llegar a la Presidencia, otorgando prebendas a Yidis y Teodolindos para allanar el camino a la reelección, y recurriendo a toda clase de atajos para salvar su ya desahuciado referendo.
Y el país le aprendió rápido, a la guerra regular le sumó caminos non sanctos como los falsos positivos, la dudosa política de recompensas, las chuzadas a los opositores o la ineficiente fumigación indiscriminada.
Esas irregularidades diplomáticas no sólo tienen un costo político. Hoy las pagan de su bolsillo millones de colombianos en las fronteras y los afectados por el 13% de decrecimiento comercial con Ecuador, por la negativa venezolana a comprarnos diez mil vehículos o por la salvaguardia ecuatoriana a más de 1.300 de nuestros productos. Amén de la estigmatización.
Saltarse el conducto regular lleva consigo la semilla de la desinstitucionalización y mina la convivencia. Mal ejemplo ese del “todo vale”. Y que no diga que su ausencia en Quito es otro punto de honor o que es cuestión de dignidad. Por Dios.
This post appeared on the front page as a direct link to the original article with the above link
.