Colombia’s ex-president Cesar Gaviria, spokesperson for the Global Commission on Drug Policy, described the United States' strategy in this sector as “unsuccessful” and accused the “leadership” of that country to be “incapable” of facing the problem.
Referring to Washington’s decision to “discuss” legalization in order to oppose it, Gaviria said that there needs to be "significant changes in its policies."
How do you evaluate Washington’s decision to "discuss" drug legalization?
When there’s talk of legalization, it generates political attention as President Santos did last year. It’s an assertion that gives legitimacy to the discussion of the anti-drug policies. But in practical terms, it also means discussing a policy that not only decriminalizes consumption, but helps addicts and consumers free themselves from the hold of criminal organizations. In our cities, we need to prevent young people from committing crimes to buy drugs. We won't arrive there if we don't seriously consider the question of whether drug use is a criminal offense or a health problem.
The biggest problem with the United States' anti-drug policy is that after more than half a million consumers have been put in prison, the levels of consumption have remained the same. A monstrous criminal organization has been build around that legal definition. That’s the first thing that needs to change. And that policy is largely responsible for the thousands dead in Mexico, Central America, Colombia and the Andean region, as well as the terrible corruption that ensnares our democratic institutions.
Is it time to legalize?
We can’t give the impression that drugs don’t do harm or don’t need to be controlled. We also aren’t going to give the impression that we aren’t using all our energies to persecute all the organized crime. The departing point should be to collectively examine how we can reach a policy that decreases corruption, violence and the immense economic and social costs. That’s what the vast majority of Europeans call minimizing the damage. There are no ideal policies. There are only the ones that weigh various aspects and don’t tie us to policies that supposedly are based only in ethnic principles without considering the consequences on society.
Does one hemisphere have the strength to force the world to address this subject?
The whole world doesn’t have to change its policies, but those of us that have so many dead and have incurred huge social and economic costs have a claim on the effectiveness of policies that are applied in the main consumer market, which is the USA.
Will it be decriminalization, legalization or another road?
Each country has the right to define its policy in terms of consumption, but Colombia, Mexico and some of the Central American countries have the right to see that the effort we make is not in vain. Because of ineffective U.S. leadership, we all make a tremendous effort in the name of an unsuccessful policy. This opinion is shared by the majority of Americans. They can’t keep telling us that the success in their policy against illegal drugs has to be measured in amount of drugs seized or people arrested, or in the increase in the price of drugs in that country. We cannot accept that. And enough with them committing to decrease consumption. They must commit to decreasing the size of the big criminal business.
Why did the United States agree to "discuss" the subject?
Because the public opinion of many of the countries in the chain of drug trafficking no longer tolerate the fact that the subject isn’t discussed and that we are forced to accept the worst results for our countries. We don’t need any more lectures, but significant changes in the policies of the United States. How are Mexicans going to accept that this subject isn’t even part of the discussion between candidates for the presidency of the United States, as if their gigantic sacrifice of lives and efforts didn’t matter, and as if they didn’t have an obligation to give us an answer?
'No necesitamos más sermones de EE. UU.': expresidente César Gaviria
En entrevista con EL TIEMPO el expresidente calificó como "fallida" la estrategia de EE. UU.
El expresidente César Gaviria, vocero de la Comisión Global sobre Política de Drogas, calificó de "fallida" la estrategia de los Estados Unidos en este campo y acusó a la "dirigencia" de ese país de ser "incapaz" de enfrentar el problema.
Al referirse a la decisión de Washington de "discutir" la legalización para oponerse a ella, Gaviria dijo que se necesitan "cambios significativos en sus políticas".
¿Cómo evalúa la decisión de Washington de 'discutir' la legalización de las drogas?
Cuando se habla de legalización se está usando una expresión que políticamente es lo contrario de prohibicionismo, y que genera atención desde el punto de vista político, como lo hizo el presidente Santos el año pasado. Es una afirmación que le da legitimidad a la discusión de las políticas para contrarrestar las drogas. Pero en términos prácticos lo que significa es discutir una política, no solo de descriminalización del consumo, sino de ayudarles a los adictos y a los consumidores a salir de las garras de las organizaciones criminales. En nuestras ciudades tenemos que evitar que los jóvenes cometan delitos para comprar droga. Allá no llegaremos si no asumimos con seriedad el tema de si consumir drogas es una ofensa criminal o un problema de salud.
El más grande problema de la política antidrogas de Estados Unidos es que, después de meter a la cárcel a más de medio millón de consumidores, los niveles de consumo se han mantenido. Se ha construido una monstruosa organización criminal alrededor de esa definición de legal. Eso es lo primero que es necesario cambiar. Y esa política es la mayor responsable de las decenas de miles de muertos en México, Centroamérica, Colombia y la zona andina, y de la terrible corrupción que conlleva para nuestras instituciones democráticas.
¿Llegó la hora de legalizar?
No podemos dar la impresión de que las drogas no hacen daño o no necesitan controles. Tampoco vamos a dar la impresión de no perseguir con todas nuestras energías a las organizaciones criminales. El punto de partida debería ser que de manera colectiva examinemos cómo llegar a una política en la cual se disminuyan la corrupción, la violencia y los inmensos costos económicos y sociales. Eso es lo que la inmensa mayoría de los europeos llaman reducción del daño. No hay políticas ideales. Solo hay las que ponderen varios aspectos y no nos aten a políticas que supuestamente están basadas solo en principios éticos sin pensar en las consecuencias sobre la sociedad.
¿El hemisferio solo tiene la fuerza para obligar al mundo a abordar este tema?
No todo el mundo tiene que cambiar sus políticas, pero los que ponemos tantos muertos e incurrimos en enormes costos sociales y económicos sí tenemos derecho a reclamar sobre la efectividad de las políticas que se aplican en el principal mercado consumidor, que es el de EE. UU.
¿Será despenalización, legalización o qué otro camino?
Cada país tiene derecho a definir su política en términos del consumo, pero Colombia, México y algunos de los países centroamericanos tienen derecho a ver si el esfuerzo que hacemos no es en vano. Por la incapacidad de la dirigencia de Estados Unidos hacemos todo un esfuerzo en nombre de una política fallida, como lo piensa la mayoría del pueblo estadounidense. No pueden seguir diciéndonos que el éxito de su política contra las drogas ilegales se debe medir en sus capturas de drogas o personas, o en el incremento del precio de las drogas en ese país. Eso nosotros no lo podemos aceptar. Y no basta con que se comprometan a disminuir el consumo, se deben comprometer en disminuir el tamaño del gran negocio criminal.
¿Por qué Estados Unidos aceptó 'discutir' el tema?
Porque las opiniones públicas de muchos países en la cadena del tráfico ya no toleran más que el tema no se discuta y que estemos obligados a aceptar el peor de los resultados para nuestros países. No necesitamos más sermones, sino cambios significativos en las políticas de Estados Unidos. ¿Cómo van a entender los mexicanos que este tema no haga siquiera parte de la discusión entre candidatos a la Presidencia de Estados Unidos, como si su gigantesco sacrificio de vidas y esfuerzos no importara, y como si no tuvieran obligación a darnos respuestas?
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