As if it were any other government on the planet, Google Inc., the gigantic multinational that practically rules the Internet world, has presented its fifth “transparency report” to international public opinion. The document, which the most celebrated search engine has been publishing since the middle of 2010, reveals details about the requests that particular groups such as governments are used to making so that they can censor certain search results. The number of requests of state origin, according to the report, keeps growing.
But perhaps the most surprising part of this story is that the company, whose slogan is “Don’t be evil” and who firmly believes in the neutrality and democracy of the Web, flatly refuses — with the solidness of a first world state, of an empire — to hinder millions of Web users’ access to information. Google, which immediately pays attention to reasonable petitions such as one for removing from its search engine videos that promote terrorism, has the luxury of saying no to whichever country it wants. In no way is it above the law of any state, but it resists the absurd calls that governments make for censorship.
The report says the following: “And just like every other time before, we’ve been asked to take down political speech. It’s alarming not only because free expression is at risk, but because some of these requests come from countries you might not suspect — Western democracies not typically associated with censorship.” The report puts forth the example of the Canadian government’s request to block a YouTube video in which a citizen urinates on his passport. It also speaks of a U.S. judge who asked that Google take down 218 search results that led to supposedly defamatory websites.
It’s encouraging that Colombia, which a few days ago succeeded in approving a law that fosters the right to public information, does not appear in the list of countries that have solicited Google for censors. Access to information, as Alvin Toffler predicted, will start the wars of the future. And it is best to be prepared for it.
Como si se tratara de cualquier gobierno del planeta, Google Inc., la gigantesca multinacional que prácticamente rige el mundo de Internet, ha presentado a la opinión pública internacional su quinto "informe de transparencia". El documento, que el más célebre buscador de la web ha venido publicando desde mediados del 2010, revela detalles sobre las peticiones que tanto particulares como gobiernos suelen elevar para que sean censurados ciertos resultados de búsqueda en la red. El número de las peticiones de origen estatal, según el reporte,viene en aumento.
Pero quizás lo más sorprendente de la historia es que esta empresa, cuyo lema es 'No seas malvado' y que cree firmemente en la neutralidad y en la democracia en la red, se niega rotundamente -con la solidez de un Estado del primer mundo, de un imperio- a entorpecer el acceso a la información de millones de usuarios de la web. Google, que atiende de inmediato peticiones razonables como la de sacar de sus motores de búsqueda videos que promueven el terrorismo, se da el lujo de decirle que no al país que quiera. No está por encima de la legislación de ningún Estado, de ninguna manera, pero se resiste a los absurdos llamados de censura que hacen los gobiernos.
Dice el informe: "Del mismo modo que en las ocasiones anteriores nos han pedido que retiremos el discurso político. Esto es alarmante, no solo porque pone en riesgo la libertad de expresión, sino porque algunas de estas solicitudes vienen de países de los que quizá no lo hubieran sospechado, de democracias occidentales que no son asociadas típicamente con la censura". El reporte pone como ejemplo la petición del gobierno canadiense de bloquear un video de YouTube en el que un ciudadano orina sobre su pasaporte. También habla de un juez en Estados Unidos que pidió retirar 218 resultados de búsqueda que conducen a sitios web supuestamente difamatorios.
Resulta alentador que Colombia, que hace unos días consiguió aprobar una ley que potencia el derecho a la información pública, no aparezca en la lista de los países que han solicitado censuras a Google. El acceso a la información, como predijo Alvin Toffler, originará las guerras del futuro. Y conviene estar preparado para ello.
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