Trump Shows His Most Intransigent Face

September 5, 2017

Published in El Mundo
(Spain) on 24 August 2017
by Editorial (link to original link to original)

Translated from by Matthew Gittings. Edited by Margaret Dalzell.

Displaying the provocative style that won him the election, Donald Trump didn’t miss the opportunity to win over the most right-wing sector of his party at the rally which took place in Phoenix, Arizona. On one hand, he fiercely attacked the journalists who had branded him racist for his ambiguous declarations following the disturbances in Charlottesville, while at the same time, he insinuated that he would pardon Sheriff Joe Arpaio, who has a scandalous, racist history and ended up being convicted for misconduct involving the arrest of immigrants.

But where he showed his most belligerent and intransigent face was in one of his key promises — the construction of a wall between the U.S. and Mexico. As a way of applying pressure on Democratic members of Congress who are refusing to approve the budget if it includes an item for the construction of the border wall, Trump accused them of jeopardizing the security of the country. He warned that he would build it — whatever it takes — because immigration control is what the American people voted for.

To make the situation a little tenser, the United States president threatened to shut down the federal government if there is no budget, something which would involve closing many services and offices. This partially occurred during the Obama presidency, also due to a lack of agreement during budget negotiations.

It is expected that Trump will not carry out his threats, as that would, for example, put the payment of civil servants' pensions and salaries in danger and postpone the construction of the wall, a postponement Trump decided on last April in order to reach an agreement with the Democrats. But in any case, his style of governing, situated somewhere between wild and threatening and more suited to a showman than to a statesman, is not the best to ensure the stability of the country.

Trump muestra su rostro más intransigente

Haciendo gala del estilo provocador que le hizo ganar la elecciones, Donald Trump no pierde oportunidad para congraciarse con el sector más derechista de su partido. Por un lado, en el mitin que dio ayer en Phoenix (Arizona) atacó duramente a los periodistas que lo tacharon de racista por sus declaraciones ambiguas tras los disturbios de Charlottesville, a la vez que insinuaba que indultárá al sheriff Joe Arpaio, con un escandaloso pasado racista, que acaba de ser condenado por desacato en un caso de arresto de inmigrantes.

Pero donde mostró su rostro más beligerante e intransigente fue en una de sus promesas estrella, la de la construcción del muro entre México y EEUU. Para presionar a los congresistas demócratas que se resisten a aprobar los presupuestos si incluyen una partida para la construcción del muro fronterizo, Trump les acusó de estar poniendo en peligro la seguridad del país y advirtió que lo hará "como sea", porque "el pueblo americano votó por el control de la inmigración".

Para tensar un poco más la situación, el presidente estadounidense amenazó con cerrar la administración federal por falta de presupuesto, lo que supondría el cierre de muchos de sus servicios y oficinas, como ya ocurrió parcialmente durante la presidencia de Obama, a causa también de una falta de acuerdo durante la negociación de los presupuestos.

Es de esperar que Trump no lleve adelante su amenaza, que pondría en peligro el pago de las pensiones o los sueldos de los funcionarios, por ejemplo, y posponga la construcción del muro, como hizo ya el pasado mes de abril para poder llegar a un acuerdo con los demócratas. Pero en cualquier caso su estilo de gobernar, entre bronco y amenazador, más propio de un 'showman' que de un hombre de Estado, no es el mejor para garantizar la estabilidad del país.

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