Desde el comienzo de la actual Serie Nacional de Béisbol se usa de manera legal y regular en nuestro campeonato el bate de grafito. Inicialmente rechazado por muchos y considerado ilegal, el implemento, hecho de fibras de carbón, resulta más resistente al impacto con la Mizuno 150, al punto que hasta la fecha, se rompe menos de un bate por partido, lo cual resulta mucho más económico.
Surgido inicialmente en la década del 80 como un sustituto del aluminio, el grafito dejó de utilizarse como material para los bates hasta finales de los años noventa. Los principales clientes resultaban ser las ligas infantiles, principalmente de Estados Unidos, y las ligas de softbol. Las razones de mayor peso para su uso eran su resistencia con respecto a los bates de madera y la poca persistencia en la vibración con respecto al aluminio.
Aunque en eventos internacionales y en cualquier otro torneo fuerte del mundo (dígase las Grandes Ligas Estadounidenses o la Liga Profesional Japonesa) esté considerado como ilegal, su uso en el tipo de competición que lo permita no está del todo prohibido ni es algo descabellado.
Sin embargo, dado el hecho de su poco peso, en ocasiones inferior al del bate de aluminio, podría surgir un desajuste en el tiempo del swing de los bateadores y en la frecuencia cíclica del mismo cuando en eventos internacionales tengan que blandir los bates que estipula la IBAF.
Un vistazo a la presente Serie Nacional (en la que algunos jugadores continúan usando madera) nos muestra un ascenso en la producción de batazos de grandes dimensiones. Bien se le podrían achacar las culpas al nuevo material, pero este número ha ido creciendo en los últimos años. El récord de cuadrangulares impuesto por el santiaguero Alexei Bell y el hecho de que un año siguiente el santiaguero-granmense Alfredo Despaigne lo superara dan fe de ello.
Por otro lado, no debemos olvidar que cuando a finales del siglo XX se volvió a utilizar la madera, la cifra de jonrones decreció simplemente porque se estaba usando una bola menos viva que la que se circulaba en el resto del mundo.
Lo que debe ser de mayor preocupación para los directivos del béisbol en Cuba es cómo nuestros bateadores asimilarán la transición del grafito a la madera cuando deban enfrentarse a serpentineros extranjeros.
Leave a Reply
You must be logged in to post a comment.