On the Elections in Nicaragua and the United States

Published in DiarioCoLatino
(El Salvador ) on 27 November 2012
by Rigoberto Palma (link to originallink to original)
Translated from by Robert Sullivan. Edited by Keturah Hetrick.
The Frente Sandinista de Liberación Nacional (Sandinista National Liberation Front), or FSLN, won a convincing victory in its Nov. 4 elections, receiving 80 percent of the vote and winning 87 percent of mayoral elections. These results, which are due to the social and economic achievements of the government and the weakness of the right, strengthen both the changes in Nicaragua and the progressive left forces in Latin America. Despite the strength of the Sandinista victory and that OAS recognized the validity of the vote, the U.S. government called them fraudulent and termed the 57 percent turnout as low. But that is a high percentage for municipal elections.

The FSLN's success should not surprise anyone because during its administration, the economy was revived, illiteracy was eradicated and poverty fell. One of the greatest successes of the government was its entrance to the Bolivarian Alliance for the Peoples of Our America, or ALBA, a cooperation agreement with Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba and other Caribbean nations. Through ALBA, Nicaragua boosted important social projects and diversified export markets to the point that now Nicaragua's second export market (after the United States) is not El Salvador, but Venezuela.

Two days after the Sandinista victory in the United States, Barack Obama won the presidential election, which was characterized by a high level of absenteeism and by the election’s closeness, which amounted to a difference of barely one percent.

Obama's legitimacy is questioned by the low turnout and the almost-tie vote with his main rival. His new government will have to face two major challenges: the internal economic crisis and the movement toward displacing the United States as the number one world power.

The internal problem is seen mainly in production stagnation, high unemployment and huge public debt that represents 103 percent of GDP. The displacement as a hegemony has been brewing for some years, and the IMF sees it coming in 2016, when China's GDP reaches 18 percent of world GDP, versus 17.7 percent from the United States. Because China is already the leading exporter, if it takes the lead in production, it will try to impose its currency as the main currency of the world economy.

For the U.S., the displacement of its currency would be a heavy blow because most of its work with machinery and raw materials, especially energy, that it imports through loans from China and Japan and through the printing of unbacked dollars. It would be unable to continue issuing this money if the currency were displaced as the basis of world exchange.

In an article entitled “The Dollar in Intermediate Care,” published by the website Rebelión on July 22, 2009, researcher Hedelberto López Blanch states, “America has the ability to continue to print unlimited amounts of dollars to pay for imports, support wars and maintain over 750 military bases around the globe, but the fact is that the greenback is now in intermediate care, and if it gets worse, it could wind up in intensive care. "

Along with the decline in the U.S. economy, there is the truly extraordinary growth of the economies of Brazil, Russia, India and China, which, together with South Africa, form the group BRICS, an acronym of these countries. In 2011, the BRICS accounted for 19.8 percent of world GDP, slightly less than the U.S. but more than the eurozone. In 2012, its GDP could overtake the U.S., as the member economies will grow more than the U.S. economy. BRICS countries plan to create a supranational currency. Economic expansion in China, Russia and India also means the expansion of South America, with its abundant oil, gas, lithium, copper, silver, tin, nickel, cobalt, bauxite and other raw materials in demand by Asian economies. A new world, comprised of the Asian and South American blocs, is coming, and BRICS is their economic and political manifestation. And the displacement of the United States as the world’s top economy implies at the same time a decline in its military and political hegemony.

To prevent the coming change, the government and economic power groups in the United States will try to control energy resources and markets of Asia and South America. Where they already have control, they will try to extend their dominance. How they will get that control remains to be seen because the military option is less effective than before and because it is unenforceable against the BRICS and South American countries, which are expanding their levels of integration. An understanding with the emerging world would be less costly to the United States and less dangerous for the world. But since that would mean accepting the displacement, the imperialist logic will not tolerate it — unless the emerging world imposes this acceptance with its political and economic power.


Sobre las elecciones en Nicaragua y Estados Unidos

Rigoberto Palma
El FSLN logró una contundente victoria en las elecciones del 4 de noviembre, al obtener el 80% de los votos y ganar el 87% alcaldías. Esos resultados, que se deben a los logros sociales y económicos del gobierno y a la debilidad de la derecha, fortalecen los cambios en Nicaragua y a las fuerzas de izquierda y progresistas de América Latina. Pese a la contundencia de la victoria sandinista y a que la OEA reconoció la validez de los comicios, el gobierno de Estados Unidos los calificó de fraudulentos y evaluó como baja la votación (57%), que es un porcentaje elevado para elecciones municipales.
Los buenos resultados del FSLN no deben sorprender a nadie, pues durante su gobierno se reactivó la economía, se erradicó de nuevo el analfabetismo y se redujo la pobreza. Uno de los mayores aciertos del gobierno fue la entrada a la ALBA, espacio de cooperación al que pertenecen Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba y otras naciones del Caribe. A través de la ALBA se impulsan importantes proyectos sociales y se diversifican los mercados externos, a tal punto que para Nicaragua el segundo mercado de exportación (después de Estados Unidos) ya no es El Salvador, sino Venezuela.
Dos días después de la victoria sandinista, en Estados Unidos triunfó Barak Obama en unas elecciones presidenciales caracterizadas por el elevado abstencionismo y la estrechez del resultado, cuya diferencia apenas superó el 1%. La legitimidad de Obama queda cuestionada por la baja votación y el casi empate con su principal rival. Su nuevo gobierno le tendrá que hacer frente a dos desafíos importantes: la crisis económica interna y la tendencia al desplazamiento de Estados Unidos como primera potencia mundial.
La problemática interna se expresa principalmente en el estancamiento de la producción, el elevado desempleo y la enorme deuda pública, que representa el 103% del PIB. El desplazamiento como potencia hegemónica se gesta desde hace algunos años y el FMI lo prevé para el año 2016, cuando el PIB de China alcance el 18% del PIB mundial, contra un 17.7% del de Estados Unidos. Ya China es la primera potencia exportadora y si toma el liderazgo en la producción tratará de imponer su moneda como principal divisa de la economía mundial.
Para Estados Unidos, el desplazamiento de su moneda sería un golpe muy fuerte, pues buena parte de su aparato productivo funciona con maquinarias y materias primas (sobre todo energéticas) que importa con dinero proveniente de préstamos de China y Japón y con la emisión de dólares sin respaldo, que no podrían seguir emitiéndose si esa moneda es desplazada como patrón de cambio mundial. En un artículo publicado en la web rebelión el 22 de julio de 2009 y titulado “El dólar en terapia intermedia”, el investigador Hedelberto López Blanch afirmó: “Estados Unidos tiene la capacidad de continuar imprimiendo cantidades ilimitadas de dólares para pagar importaciones, costear guerras y mantener más de 750 bases militares en el orbe, pero lo cierto es que el billete verde ya está en terapia intermedia y si sigue empeorando puede entrar en terapia intensiva”.
Junto al descenso de la economía de Estados Unidos se verifica una expansión extraordinaria de las economías de Brasil, Rusia, la India y China, que junto a Sudáfrica integran el grupo llamado BRICS, nombre conformado por las iniciales de cada uno de esos países. En el 2011 el BRICS aportó el 19.8 % del PIB mundial, poco menos que Estados Unidos pero más que la Eurozona. En el año 2012 su PIB podría superar al de Estados Unidos, pues las economías que lo integran crecerán más que la economía norteamericana. Los países del BRICS planean crear una moneda supranacional.
La expansión económica de China, Rusia y la India, significa al mismo tiempo la expansión de Suramérica, donde abundan el petróleo, el gas, el litio, el cobre, la plata, el estaño, el níkel, el cobalto, la bauxita y otras materias primas que demandan las economías asiáticas. Un mundo nuevo se abre paso, conformado por los bloques asiático y suramericano. El BRICS es su expresión política y económica. Y un desplazamiento de Estados Unidos como primera economía implicaría al mismo tiempo un descenso de su aparato militar y de su hegemonía en la política mundial.
Para impedir el cambio que se avecina, el gobierno y los grupos de poder económico de Estados Unidos tratarán de controlar los recursos energéticos y los mercados de Asia y Suramérica. Allí donde ya controlan, intentarán ampliar su dominio. Cómo procurarán ese control es lo que está por verse, pues la opción militar no es tan eficaz como antes y es imposible de aplicar contra el BRICS y Suramérica, que amplían sus niveles de integración. Un entendimiento con el mundo emergente sería la salida menos costosa para Estados Unidos y menos peligrosa para el mundo. Pero como esa salida significaría aceptar el desplazamiento, la lógica imperialista no la tolera, a no ser que el mundo emergente la imponga a partir de su poderío político y económico.
This post appeared on the front page as a direct link to the original article with the above link .

Hot this week

El Salvador: The Game of Chess between the US and Venezuela Continues

Turkey: Blood and Fury: Killing of Charlie Kirk, Escalating US Political Violence

Germany: Donald Trump’s Failure

Sri Lanka: Qatar under Attack: Is US Still a Reliable Ally?

Venezuela: China: Authoritarianism Unites, Democracy Divides

Topics

Russia: Trump the Multipolarist*

Turkey: Blood and Fury: Killing of Charlie Kirk, Escalating US Political Violence

Thailand: Brazil and the US: Same Crime, Different Fate

Singapore: The Assassination of Charlie Kirk Leaves America at a Turning Point

Germany: When Push Comes to Shove, Europe Stands Alone*

Guatemala: Fanaticism and Intolerance

Venezuela: China: Authoritarianism Unites, Democracy Divides

Israel: Antisemitism and Anti-Israel Bias: Congress Opens Investigation into Wikipedia

Related Articles

El Salvador : US: Justice System Goes after 2 Powerful Political Figures

El Salvador: Gringo

El Salvador: Resolve Regarding DACA: A Breather, but the Struggle Will Continue

El Salvador: Could Trump Himself Be the Whistleblower?