Russian President Vladimir Putin hit the nail on the head this Thursday when, during a debate in Moscow, he said the West insists on taking strong measures against the government of Syria based on its use of chemical weapons in districts on the periphery of Damascus, but noted that “no one says what we will do with the opposition” — in the event that these armed gangs were the ones that carried out the chemical weapon attacks.
Putin affirmed that [Russia] had such a plan in place because it doubts whether Bashar Assad’s government is really responsible. He pointed to the evidence that an antique Soviet projectile (one which had been retired from army arsenals many years ago) had been used. And Putin should know this very well, as Russia is the principle arms supplier to Syria.
Putin also made references to U.N. inspector reports about the use of chemical weapons on Aug. 21, and asked why U.N. inspectors “hadn’t investigated previous allegations of similar attacks”* — precisely the accusations made by the government of Damascus — and why they weren’t taken into consideration by the U.N., who only sent experts to Syria in August of this year, where the chemical weapons attack took place “by chance” on Aug. 21.
Neither Washington nor its NATO allies possess reliable evidence to back up their accusations against Bashar Assad. Bashar Assad has recently ratified his compromise to fulfill the agreement to turn in his country’s chemical arsenal. He noted that their destruction will have a high economic cost and has asked whether the United States is willing to back them up and bear the cost, estimated at around $1 billion . Syria has also presented its application to sign onto and abide by the statutes and regulations of the Chemical Weapons Convention (CWC), which Russia had invited them to do.
Nevertheless, those in the United States who wish to aggressively open the door for new war expansion in countries of the East are continuing to apply pressure. Senator John McCain, for example, reiterated — without certain proof — his affirmations that “Bashar Assad has massacred 100,000 people. The conflict is spreading … the Russians are all in, the Iranians are all in and it’s an unfair fight.”
Micah Zenko, an analyst with the U.S. think tank Council on Foreign Relations says the assertion of the Republican senator contradicts the documented investigation of the Syrian Observatory for Human Rights, which shows that half the deaths in Syria have occurred within the ranks of the armed forces and the militias of Assad.
These are the numbers presented by the Syrian Observatory for Human Rights: 40,146 civilians; 21,850 armed opponents, identified as “rebels”; 45,469 soldiers and militiamen; 171 Hezbollah militants and 2,726 people who have not yet been identified. This makes a terrible total of 110,362 deaths, a figure that renders unjustifiable the continuation of this conflict, a blood bath that defines the urgent necessity to look for a political solution rather than revenge, as claimed by the war hawks.
The group of hawks who came out to defend shooting missiles against Syria include two ex-secretaries of George W. Bush, the son who left an inheritance to Obama as secretary of defense: Robert Gates and Leon Panetta. They appeared together in Dallas to criticize the U.S. president who had asked Congress for authorization to use force against Syria. He believed that a simple military coup would not be effective and if they threatened Syria with one, they would have to attack.
Neither McCain nor Obama, neither Kerry nor Gates, nor the roaring of Leon Panetta had taken into account the fact that the majority of U.S. and European citizens are opposed to an intervention in Syria. This was further clarified by the Transatlantic Trends survey, released on Wednesday by the German Marshall Fund of the U.S. and the Compagnia di San Paolo,** two private foundations that measure public opinion in 11 countries within the EU, as well as Turkey and the U.S.
The investigation found that 62 percent of Americas and 72 percent of Europeans think their countries should avoid conflict with Syria. Only 33 percent within the U.S. and 22 percent in Europe would support the intervention.
To continue the war would mean an end to any possibility of a diplomatic solution and would foster the increase of fatalities. Whatever the origin of victims or perpetrators, it would be a crime against humanity.
*Editor’s note: The original quotation, though accurately translated, could not be verified.
**Editor’s note: This is a private, secular banking foundation in Italy, internationally known by its Italian name.
Siria: ¿Y quién condena a la oposición?
Juana Carrasco Martín • juana@juventudrebelde.cu
19 de Septiembre del 2013 23:07:30 CDT
El presidente ruso Vladimir Putin puso este jueves el dedo en la llaga cuando, en un foro de debate en Moscú, dijo que Occidente insiste en tomar medidas fuertes contra el Gobierno de Siria bajo el argumento de que usó armas químicas en barrios de la periferia de Damasco, sin embargo, «nadie habla de qué hacer con la oposición siria» si se demuestra que fueron las bandas armadas las que realizaron los ataques con armas químicas.
Un punto que da pie a la duda sobre la responsabilidad del Gobierno de Bashar al-Assad fue señalado por el Jefe de Estado, quien afirmó que hubo un plan preparado porque «emplearon un proyectil antiguo de producción soviética retirado de los arsenales del Ejército sirio desde hace mucho tiempo». Y Putin debe saber muy bien esto, porque Rusia es la principal suministradora de armas a Siria.
Los comentarios de Putin hacían referencia al informe de los inspectores de la ONU sobre el uso de arsenal químico el pasado 21 de agosto y se preguntaba el mandatario ruso por qué «no se han investigado las denuncias anteriores de ataques parecidos»; precisamente aquellas acusaciones hechas por el Gobierno de Damasco y que no fueron tomadas en cuenta en su momento por la ONU, que solo acudió con sus expertos a Siria en agosto; y «casualmente» ocurrió entonces el ataque del 21 de agosto.
Ni Washington ni sus aliados de la OTAN ni otros poseen evidencias confiables de su acusación contra Bashar al-Assad —quien ha ratificado su compromiso de cumplir el acuerdo de entregar el arsenal químico de su país— ha dicho que tendrá un alto costo económico su destrucción y está dispuesto a que Estados Unidos se lleve ese armamento y corra con esos costos, calculados en mil millones de dólares. Además, ya el Estado sirio presentó su solicitud de firmar los estatutos y reglamentos de la Convención de No Proliferación de Armas Químicas, respondiendo también a la solicitud que en ese sentido le hiciera Rusia.
Sin embargo, en Estados Unidos siguen presionando aquellos que quieren una agresión contra el país levantino, y abrirle la puerta a la ampliación de una nueva guerra en la región. El senador John McCain, por ejemplo, reitera —sin pruebas ciertas de sus afirmaciones—: «El hecho es que Bashar al-Assad ha masacrado a cien mil personas. El conflicto se está expandiendo… Los rusos están dentro, los iraníes están dentro, y esta es una pelea no justa».
Por cierto, Micah Zenko, analista del tanque pensante estadounidense Council on Foreign Relations, apunta que ese aserto del senador republicano contradice la documentada investigación del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (SOHR), en la que se demuestra que casi la mitad de las muertes en Siria han ocurrido en las filas de las fuerzas armadas y las milicias de Bashar al-Assad.
Estos son los números presentados por SOHR: 40 146 civiles; 21 850 opositores armados, a los que identifica como «rebeldes»; 45 469 soldados y milicianos; 171 militantes de Hezbolá; y 2 726 no identificados, lo que hace un terrible total de 110 362 muertos, una cifra que hace injustificable la continuación de este conflicto, un desangramiento que define la necesidad urgente de buscar una solución política y no una «venganza» como pretenden los halcones.
De ese saco de los halcones, salieron a defender el vuelo de los misiles teledirigidos contra Siria, dos ex secretarios de George W. Bush, el hijo —que, por cierto, les dejó de herencia a Obama como secretarios de Defensa—: Robert Gates y Leon Panetta. Se presentaron juntos en Dallas para criticarle al Presidente de EE.UU. que hubiera pedido autorización al Congreso para usar la fuerza contra Siria. A su modo de ver un simple golpe militar no es efectivo, pero si se amenazó con él, ya había que hacer el ataque. Es clara su visión política de guapetón del barrio para Estados Unidos.
Ni McCain, ni Obama, ni Kerry, ni Gates, ni el rugido del Leon Panetta toman en cuenta lo que piensa la mayoría de los estadounidenses y de los europeos, que se oponen a una intervención en Siria, como deja claro la encuesta Trasatlantic Trends, publicada el miércoles por el German Marshall Fund of the United Status y la Compagnia di San Paolo, fundaciones privadas que miden la opinión pública en 11 países de la Unión Europea, Turquía y EE.UU.
La indagación encontró que el 62 por ciento de los estadounidenses y el 72 por ciento de los europeos consideran que sus países deben evitar una intervención militar en el conflicto sirio. Solo el 30 por ciento en EE.UU. y el 22 por ciento en Europa favorecen la intervención.
Proseguir la guerra, cerrar cualquier rendija a la solución diplomática y propiciar el aumento de las víctimas mortales, sea cual sea la procedencia de víctimas y victimarios, sí es un crimen de lesa humanidad.
Enviar por Email
Compartir:
.
.
envíe su comentario
Nombre
Email
Comentario Acepto términos y condiciones para comentar Normas
Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
No se admitirán ofensas, frases vulgares ni palabras obscenas.
Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio
1
Guisver Rolando - 20 de Septiembre del 2013 9:27:42 CDT
Bueno este artículo, esta bastante detallado, una vez mas se pone de manifiesto las verdaderas intenciones de E.U.A, es verdad lo que dicen Putin por que no dicen nada de la oposición y se ponen de acuerdo con el gobierno para combatir contra ellos.
2
El Oriental - 20 de Septiembre del 2013 11:07:09 CDT
Buen articulo y bien documentado, ojala y en Cuba puidesemos hacer lo mismo y documentar igual , ante tantos problemas , pero muchas veces con tantas criticas que se hace a la prensa internacional, no vemos lo que nos ocurre y no hacemos en casa. Hay una cosa que hay que reconocer y el mismos presidente de Siria a dicho que el costo para eliminar el arsenal quimico es alto,ademas se necesita tiempo, lo que deja claro el uso y el arsenal de armas quimicas del estado Sirio, al reconocer sus existencia y no como se ha dicho que todo es era un invento. Obvio que los intereses de USA y RUSIA son otros y son los economicos, pero es una manera disfrazada de intervenir, Se que no se me publicara por lo dicho arriba , pero es bueno que aunque sea los periodistas que censuran o los censuran, sientan lo que pensamos muchos ciudadanos y que no se atreven a decir.
3
Pepe - 20 de Septiembre del 2013 15:08:22 CDT
Muy buen artículo, aunque lo que me motiva escribir es la opinión de "El Oriental". Qué bueno que no lo censuraron. A ver "Oriental"; imagina que de repente en Cuba se cree un conflicto interno que lleve a la población y el gobierno a una guerra/conflicto civil armado. Imagina que en medio de ese conflicto haya un incidente con armas químicas ¿Te parecería bien que entrara otro país a resolverlo tirando un puñado de cohetes en La Habana?
4
pelly - 20 de Septiembre del 2013 15:21:19 CDT
Muy interesante el articulo la politica no es mi plato fuerte pero si quiero hacerle una pregunta a El Oriental: Que pais no tiene arsenal fuerte para defenderse como el quimico o biologico? Tienes conocimiento el material que es utilizado hoy en dia en las armas de fuego a nivel mundial? A quien o quienes los aliados que quieren desplazar al gobernate sirio le van a disparar? (creo que a seres humanos si mueren civiles seran daños colaterales) te envio mi correo elpellytequiere@hotmail.com y podamos debater, gracias
5
El Oriental - 20 de Septiembre del 2013 19:20:53 CDT
Buenas noches. que bueno que se publico mi comentario y que bueno que hubo mas intervenciones, asi es como se aclaran los los puntos de vista con una prensa abierta y sin censura, a los amigos , les contesto, que mi respuesta esta en un parrafo "Obvio que los intereses de USA y RUSIA son otros y son los economicos,quiero decir con esto que les importa si Siria tiene armas quimicas o biologicas, solo son excusa para intervenciones por intereses economicos y alli he tratado a los dos por igual no tengo afinidades con ninguno, no seamos tan ingenuos. pero es una manera disfrazada de intervenir. "Con referencia mi critica constructiva va dirigida a que hay un miles de problemas para el ciudadano de a pie y si se ventilaran con soportes y la eficiencia con que fue hecho esta cronica, sin censura, ni secretismo podriamos resolver muchos problemas internos.
Los combates aumentaron mientras se daban las conversaciones sobre armas químicas. Foto: The Washington Post
del autor
Homenaje en Cuba al independentista boricua Filiberto Ojeda
Una visita a Oscar López Rivera con las manos en el cristal
Siria: ¿Y quién condena a la oposición?
Entregan Orden de la Solidaridad a Oscar López
La jihad, amiga, enemiga o qué
en esta sección
Stephen Kimber y los Cinco
Sin chaquetas por decreto
Economía y valores
Cajas
Siria: ¿Y quién condena a la oposición?
portada
cuba
internacionales
opinión
cultura
ciencia y técnica
deportes
Mapa del sitio
Quiénes somos
Contacto
Periódicos digitales cubanos
Adelante |
Ahora |
Escambray |
Guerrillero |
Granma Nacional |
Granma Internacional |
Habanero |
Girón |
Invasor |
Victoria |
La Demajagua |
Periódico 26 |
Sierra Maestra |
Trabajadores |
Tribuna de La Habana |
Venceremos |
Vanguardia |
5 de septiembre |
AIN |
Prensa Latina |
Bohemia |
Desarrollado por: Grupo de desarrollo de Juventud Rebelde
Director: Pelayo Terry | Subdirectores editoriales:Herminio Camacho, Ricardo Ronquillo y Marina Menéndez
The economic liberalism that the world took for granted has given way to the White House’s attempt to gain sectarian control over institutions, as well as government intervention into private companies,
The economic liberalism that the world took for granted has given way to the White House’s attempt to gain sectarian control over institutions, as well as government intervention into private companies,