Trump Loses, Harris Wins?

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Lo peor, es que no hay certidumbre de que sirva de algo en un ambiente tan polarizado como el que viven los Estados Unidos

Lo mejor que se puede decir del debate que sostuvieron los aspirantes a la presidencia estadounidense, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, es que la vicepresidenta dominó al expresidente y literalmente lo exhibió como mentiroso, egocéntrico y crédulo.

Lo peor, es que no hay certidumbre de que sirva de algo en un ambiente tan polarizado como el que viven los Estados Unidos.

En cierta forma, puede decirse que el debate del martes por la noche fue decepcionante: muchos tuvieron la satisfacción de ver a Trump como, lo que es, un accidente de la política propiciado por los modernos medios de comunicación. Pero nadie está seguro de que a casi dos meses de la votación el debate haya tenido el impacto definitorio que anunciaban las expectativas.

Más allá de destrozar al republicano, Harris cumplió con su propósito de presentarse ante una gran parte de los estadounidenses y ocupar el centro político a pesar de las acusaciones de “marxista” que le endilgó Trump tal vez para vincularse con la “cacería de brujas” anticomunista de los años cincuenta Harris, y de hecho los moderadores del debate, señalaron varias veces errores, exageraciones o mentiras de Trump, que literalmente trató de culpar a los inmigrantes de casi todos los males que aquejan a los Estados Unidos.

Trump rechazó de nuevo la idea de que hubiera perdido las elecciones de 2020 o de que hubiera tenido alguna responsabilidad en el intento de asonada del 20 de enero de 2021, al tiempo de asegurar que con él en la Casa

Blanca no hubiera ocurrido la invasión rusa de Ucrania y la crisis de Gaza ya hubiera terminado.

Harris afirmó que Trump se hizo amigo de dictadores y criticó su maltrato a sus aliados, a los que el republicano volvió a acusar de haber “abusado” por décadas de los Estados Unidos.

Fue el séptimo debate presidencial de Trump y el primero de Harris, que habiendo sido parte del gobierno de los últimos cuatro años, se presentó como la candidata del cambio y aunque no rompió del todo con las políticas del presidente Joe Biden, puso a Trump a la defensiva en varias ocasiones.

La actuación de Harris fue tanto más apreciada por los demócratas y los críticos de Trump luego de que la pésima actuación de un Biden cansado, avejentado, en el debate del 27 de junio pasado, llevó a que los demócratas lo obligaran a renunciar a su reelección y lo sustituyeron por Harris, su compañera de fórmula.

Y Harris, de 59 años, casi 20 menos que Trump, hizo ver mal al empresario. No porque el empresario se haya visto viejo, sino porque se vio incoherente, fuera de foco, con respuestas que más frecuentemente que no terminaban en una exageración contra los millones de inmigrantes ilegales que llegan, dijo, a través de la frontera.

La gran pregunta es si servirá de algo, en un país donde Trump lleva años sin sufrir consecuencias por sus mentiras.

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