Trump’s new plan would expand the use of floating barriers in border rivers, [a tactic] initiated by the government of Texas and now a focus of protest.
A possible Republican victory in the 2024 U.S. presidential elections, especially for former President Donald Trump, would mean the “Texanization” of U.S. immigration and border policy, according to some sources.
Subject to conditions that could lead to Trump's eventual return to the White House, the situation would imply a considerable cooling of relations with Mexico, especially if he faced an oppositional Congress.
Indeed, remember that lawmakers in Texas championed legislative proposals to authorize the use of U.S. military assets, including special forces, to attack drug cartels in Mexico.
Issues contributing to the position taken by U.S. groups opposed to immigration include drug smuggling, especially fentanyl; the increasing diversification of cartel activities; as well as the claim that the border with Mexico is vulnerable to the entry of narcotics and terrorists.
Trump's new plan would expand the use of floating barriers in border rivers, [a tactic] initiated by the Texas government and now the focus of Mexican diplomatic protest. It would ramp up charges from the U.S. federal government that local government is overstepping its authority, as well as from Latino activists who would claim the violation of human rights.
In addition, he would seek to finalize the wall he proposed to build along the U.S.-Mexico border. Trump spent billions of dollars rebuilding or erecting 452 miles (approximately 730 kilometers) of fencing on sections of 1,954 miles (3,140 km) along the southern border. Joe Biden stopped the project.
Under the leadership of Greg Abbott, Texas has implemented a policy that does not exclude family separation and the use of legal traps against undocumented immigrants. Abbott is now considered to be a possible White House candidate, along with Florida Gov. Ron DeSantis, his closest competitor. The Texan governor instigated the controversial plan that aimed to send detained migrants to northern U.S. cities.
According to a report published by the online newspaper Axios, Trump’s focus is on the southern border, “but he's also poised to severely curtail legal immigration — a plan likely to be controversial at a time when many experts say the U.S. increasingly needs immigrants to fuel its economy.”
In general terms, Trump’s proposal would be a scaled-up version of his administration’s anti-immigration plans from 2016-2020 and, as with those, Mexico's forced cooperation would be emphasized.
The problem, in any case, will be for the administration succeeding that of President Andrés Manuel López Obrador, which ends in September 2024. The new U.S. administration will be in place in January 2025.
Migración, otra vez al centro
El nuevo plan de Trump ampliaría el uso de barreras flotantes en los ríos fronterizos, iniciado por el gobierno de Texas y objeto ahora de quejas
Una posible victoria republicana en las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos, y en especial del expresidente Donald Trump, implicaría la "tejanización" de la política migratoria y fronteriza estadounidense, de acuerdo con algunos medios.
A reserva de las condiciones en que pudiera darse ese eventual retorno de Trump a la Casa Blanca, especialmente si como es posible enfrentará un Congreso opositor, la situación implicaría un enfriamiento considerable en la relación con México.
De hecho, se recuerda que legisladores texanos han sido promotores de propuestas legislativas para autorizar el uso de recursos militares estadounidenses, incluso fuerzas especiales, para atacar a cárteles de la droga en México.
De hecho, temas como el trasiego de drogas –en especial fentanilo– y la creciente diversificación de actividades de los cárteles, así como el reclamo de que la frontera con México es vulnerable a la entrada de estupefacientes y terroristas, forman parte de los argumentos de los grupos antimigrantes en EU.
El nuevo plan de Trump ampliaría el uso de barreras flotantes en los ríos fronterizos, iniciada por el gobierno de Texas y objeto ahora de quejas diplomáticas mexicanas y denuncias del gobierno federal de EU, por considerar que ese gobierno local se excede en sus atribuciones, y de activistas latinos que acusan violaciones a derechos humanos.
Igualmente, buscaría finalizar la muralla que propuso erigir a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. Trump gastó miles de millones para reconstruir o colocar 452 millas (unos 730 kilómetros) de cercas en secciones de una frontera sur de 1,954 millas (3,140 km de longitud). Biden detuvo el proyecto.
Bajo la gestión del gobernador Greg Abbott, el estado de Texas ha puesto en práctica una política que no excluye la separación familiar y el uso de trampas legales contra inmigrantes indocumentados.
Abbott llegó a ser considerado como un posible aspirante a la Casa Blanca, con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, como su competidor más inmediato. El gobierno de Texas fue el iniciador del controvertido plan de enviar migrantes detenidos a ciudades del norte estadounidense.
Según un reporte publicado por el diario en línea Axios, el enfoque de Trump es la frontera sur, "pero también estaría listo para reducir severamente la inmigración legal, un plan que probablemente será controvertido en un momento en el que muchos expertos dicen que Estados Unidos necesita cada vez más inmigrantes para impulsar su economía".
En términos generales, la propuesta de Trump sería una versión incrementada de los planes antimigratorios de su gobierno entre 2016 y 2020, y al igual que aquel, haría énfasis en una cooperación obligada de México.
El problema, en todo caso, quedará para el régimen que suceda al del presidente Andrés Manuel López Obrador, que terminará en septiembre de 2024; el nuevo gobierno estadounidense iniciará en enero de 2025.
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