The nine justices on the U.S. Supreme Court decided unanimously that lawsuits for torture or murder can be filed against one or various people but never against an organization or institution. The court was considering the case of an American murdered in Gaza in 1995.
“An officer who gives an order to torture or kill is an ‘individual’ in that word’s ordinary usage; an organization is not,” writes Justice Sonia Sotomayor in the ruling.
In this legal case, the country’s highest judicial authority evaluated the limits of the word “individual” in the Torture Victim Protection Act, passed in 1991, after a lawsuit filed by the family of Azzam Rahim, who was arrested and tortured before dying in a Palestinian prison. The family members argued that this legislation protected their claim against the Palestine Liberation Organization, which they hold responsible for the death of Rahim.
“In the petitioners’ view, by permitting suit against ‘an individual,’ the TVPA contemplates liability against natural persons and non-sovereign organizations,” Sotomayor wrote, representing the nine justices. “The ordinary meaning of the word persuades us that the act authorizes suits against natural persons alone.”
Nevertheless, the judgment establishes that the meaning of the word “individual” in three official dictionaries corresponds to a human being or person and that this is the same meaning used in the legislation studied in the case. “'Individual' is distinct from artificial entities,” explains the ruling, which justifies the distinction because, likewise, “only a natural person can be a victim of torture or extrajudicial killing.”
The Supreme Court's judgment coincides with the announcement a few weeks ago about the acceptance of new arguments in a case concerning a 1791 law that recognizes the authority of U.S. courts to study any action committed by a foreigner that breaks laws or treaties signed by the United States. The justices will determine if a citizen can proceed with the suit that was filed against an international oil company for complicity in a torture case.
Various multinational corporations have been sued for human rights violations, labor abuses and breaking environmental laws, and next year -- depending on what the Supreme Court decides -- U.S. courts could be able to consider cases about human rights violations in foreign countries.
El Supremo de EE UU impide denunciar por tortura a organizaciones
Cristina F. Pereda Washington 19 ABR 2012 - 22:07 CET
Los nueve jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos decidieron de manera unánime que las denuncias por tortura o asesinato solo pueden establecerse en contra de una o varias personas, pero nunca en contra de una organización o ente institucional. La corte consideraba el caso de un norteamericano asesinado en Gaza en 1995.
“Un oficial que dé la orden de torturar o matar es un ‘individuo’ en el sentido ordinario de esa palabra, mientras que una organización no lo es”, escribe la juez Sonia Sotomayor en la sentencia.
La máxima autoridad judicial del país evaluaba en este caso legal los límites de la palabra “individuo” en la Ley de Protección de las Víctimas de Tortura, aprobada en 1991, tras la denuncia presentada por la familia de Azzam Rahim, detenido y torturado antes de morir en una prisión palestina. Los familiares alegaban que esta legislación amparaba su denuncia contra la Organización por la Liberación de Palestina, la OLP, a la que responsabilizan de la muerte de Rahim.
“Según los demandantes, al permitir que se denuncie a un individuo, la legislación contempla responsabilidades por parte de personas físicas y organizaciones no soberanas”, dice Sotomayor en nombre de los nueve jueces. “El significado ordinario de la palabra nos convence de que la ley solo permite denunciar a personas físicas”.
Sin embargo, la sentencia establece que el significado de la palabra individuo en tres diccionarios oficiales se corresponde a un ser humano o persona y que éste es el mismo que emplea la legislación estudiada en el juicio. “‘Individuo’ es diferente a una entidad artificial”, explica el dictamen, que justifica la distinción porque, del mismo modo, “solo una persona física puede ser víctima de una tortura o un asesinato extrajudicial”.
La sentencia del Tribunal Supremo coincide con el anuncio hace unas semanas sobre la aceptación de nuevos argumentos en un caso contra una ley de 1791 y que reconoce la potestad de las cortes norteamericanas para estudiar cualquier acción cometida por un extranjero y que incumpla leyes o tratados firmados por Estados Unidos. Los jueces determinarán si un ciudadano puede proceder con la denuncia que presentó contra una petrolera internacional por complicidad en un caso de tortura.
Varias corporaciones multinacionales han sido demandadas por violación de derechos humanos, abusos laborales e incumplimiento de leyes medioambientales y el año próximo, si así lo determina el Supremo, los juzgados norteamericanos podrían considerar casos sobre violaciones de derechos humanos en el extranjero.
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