US: Anniversary of the Worst Crisis

Published in Argenpress
(Argentina) on 20 September 2013
by Alberto Ampuero (link to originallink to original)
Translated from by Maria Tartaglia. Edited by Gillian Palmer.
On Monday, President Barack Obama marked the fifth anniversary of the beginning of the financial crisis with a speech at the White House, in which he said that his main priority remains “reconstructing” the economy. “It’s hard sometimes to remember everything that happened” on Wall Street, he said, indicating that the crisis was “a perfect storm” that affected millions and saw the “erosion” of the middle class especially.

Here is the history:

Exactly five years ago, one of the largest investment banks in the world, Lehman Brothers, collapsed; its end marked the beginning of the biggest financial crisis since the Great Depression, but it was not the cause. The financial crisis had already begun in the United States in December 2007, seven months before the fall of Lehman.

It was the confluence of several factors that produced it: the granting of loans by banks to customers who did not deserve them, the poor work of the agencies that serviced the debt, lax financial regulation and a series of public incentives that encouraged making loans and borrowing. In other words, easy money and the apparent excess liquidity swelled the bubble during expansion until it exploded.

On Sept. 15, 2008, Lehman Brothers went bankrupt, which caused a devastating blast — the New York Stock Exchange plunged more than 40 percent — that forced the government to open the tap of aid to save its financial system.

Washington offered unlimited assistance to the semi-public mortgage lenders Fannie Mae and Freddie Mac, came to the rescue of the insurance giant American International Group and then launched lifesavers to none other than Bank of America and CitiGroup, said Sandro Pozzi.

The Federal Reserve estimated $12.6 billion as the amount mobilized to stabilize the financial sector, which was more than 80 percent of gross domestic product in 2007, not to mention that interest rates have been stuck at 0 percent since December 2008 and three rounds of stimulus have caused the Fed's balance to multiply fourfold.

Five years later, the rescue plan for the bank has a profit of about $27.6 billion. However, it did not include the falling of the middle and working classes.

Four years after the official end of the recession, there are 11.3 million unemployed and 10.6 million underemployed individuals — forced to work part-time — or who have declared job prospects fruitless.

The recovery from the dramatic collapse with the fall of Lehman Brothers has been inequitable among the population. A study conducted by The Associated Press, National Opinion Research Center and Center for Public Affairs Research concludes that the gap between rich and poor is growing more and more.

“This was no 'equal opportunity' recession or an 'equal opportunity' recovery,” said Andrew Sum, director of the Center for Labor Market Studies at Northeastern University in Boston, Mass. “One part of America is in depression, while another part is in full employment.”

While low-income families — those that earn $20,000 or less a year — have reached an unemployment rate of 21 percent, high-income families — those that earn $150,000 or more annually — have an unemployment rate of 3.2 percent. This disparity between rich and poor provides the first data that show to what extent the employment factor has contributed to the erosion of the middle class, the report continues.

For the Nobel laureate, economist Paul Krugman, government policy since Lehman has been an “immense failure.” The Fed continues pumping money into the economy through bonds purchased for $85 billion a month and maintains extremely low rates.

Krugman calls for a “massive boost” to employment — that is, give a strong enough impetus to job creation to offset the effects of the economic recession and postpone the fiscal austerity measures and tax increases until the private sector is ready to take over the relief efforts.

The report on the creation of 169,000 jobs in August was not bad, he says. But keeping in mind the depression that continues in the economy, the truth is that we should be creating more than 300,000 jobs a month, not less than 200,000. As the Economic Policy Institute signals, we need more than five years of employment growth at this rate to return to the unemployment level that prevailed before the Great Recession.

Why is the reduction of the unemployment rate not a top political priority?

“[Because of] the policy elite’s damaging obsession with budget deficits,” says Krugman, “an obsession that led governments to cut investment when they should have been raising it, to destroy jobs when job creation should have been their priority.”

Alberto Ampuero is a journalist in Riverside, California.


Estados Unidos: Aniversario de la peor crisis

El presidente Barack Obama marcó el pasado lunes el quinto aniversario del inicio de la crisis financiera con un discurso en La Casa Blanca en el que dijo que su principal prioridad sigue siendo “reconstruir” la economía. “Es difícil algunas veces recordar lo que pasó” en Wall Street, dijo, indicando que la crisis fue “una tormenta perfecta” que afectó a millones y que “erosionó” especialmente a la clase media.

Aquí la historia:

Hace exactamente cinco años uno de los mayores bancos de inversión del mundo, Lehman Brothers, colapsó y su fin marcó el inicio de la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión; pero no fue la causa.

La crisis financiera ya había comenzado en Estados Unidos en diciembre de 2007, siete meses antes de la caída de Lehman.

Fue la confluencia de varios factores la que la produjo: la concesión de préstamos por parte de los bancos a clientes que no lo merecían, el pobre trabajo de las agencias que ponen nota a la deuda, una regulación financiera laxa y una serie de incentivos públicos que animaron a que se prestara y se pidiera prestado. En otras palabras, el dinero fácil y el aparente exceso de liquidez hincharon la burbuja durante la expansión hasta explotar.

El 15 de septiembre de 2008 quebró Lehman Brothers, y su bancarrota provocó una devastadora onda expansiva (la Bolsa de Nueva York se hundió más de un 40%) que forzó al Gobierno a abrir el grifo de las ayudas para salvar su sistema financiero.

Washington ofreció asistencia sin límite a las entidades hipotecarias semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac, salió en auxilio de la gigantesca aseguradora American International Group (AIG) y después lanzó el salvavidas nada menos que a Bank of America y Citigroup, señaló Sandro Pozzi

La Reserva Federal cifra en 12,6 billones de dólares la cantidad que movilizó para estabilizar el sector financiero, lo que equivale a más del 80% del PIB de 2007. Eso sin contar con unos tipos de interés estancados en el 0% desde diciembre de 2008 y tres rondas de estímulos que provocaron que el balance de la Reserva Federal se multiplicara por cuatro.

Cinco años después, la parte del plan de rescate correspondiente a la banca tiene unos beneficios de 27,600 millones. Pero no logró contener el desbarranque de las clases media y trabajadora.

A cuatro años del final oficial de la recesión hay 11,3 millones de parados y 10,6 millones de personas subempleadas -forzadas a trabajar a tiempo parcial- o que se declaran frustradas con las perspectivas laborales.

La recuperación del colapso escenificado con el derrumbe de Lehman Brothers está siendo, por tanto, desigual en la población.

Un estudio elaborado por Associated Press-NORC y The Center for Public Affairs Research concluye que la brecha entre pobres y ricos es cada vez más amplía.

“No existe igualdad, ni en la crisis, ni en la recuperación”, asegura Andrew Sum, director del Centro de Estudios del Mercado Laboral en la Universidad Northeastern (Boston, Massachussets). “Mientras que unos están en plena depresión, otros disfrutan de pleno empleo”.

A la vez que las familias de bajos ingresos -aquellas que cobran 20,000 dólares o menos al año- han llegado a una tasa de desempleo del 21%, las que cuentan con altos ingresos -que ganan 150,000 dólares o más anualmente- tienen un índice de paro del 3,2%. Esta disparidad entre ricos y pobres ofrece los primeros datos que muestran en qué medida el factor empleo ha contribuido a la erosión de la clase media, continúa el informe.

En este momento en Estados Unidos la clase media está siendo contratada en trabajos por debajo de su preparación y de menor salario. Muchos de ellos están siendo desplazados a empleos no especializados, de bajos ingresos, en los que son obligados a trabajar menos horas o son despedidos, dice el informe.

Para el Premio Nobel de Economía Paul Krugman la política del gobierno desde Lehman ha sido un "terrible fracaso". La Reserva Federal sigue inyectando dinero en la economía a través de compras de bonos por 85 mil millones de dólares al mes y mantiene tasas ultrabajas.

Krugman pide "un impulso masivo" al empleo. Es decir, dar un impulso lo suficientemente fuerte a la creación de empleo para compensar los efectos de la recesión económica y posponer la austeridad fiscal y las subidas de impuestos hasta que el sector privado estuviese listo para tomar el relevo.

El informe sobre la creación de 169.000 empleos en agosto no ha sido malo, dice. Pero teniendo en cuenta lo deprimida que sigue estando la economía, lo cierto es que se debería estar creando más de 300.000 puestos de trabajo al mes, no menos de 200.000. Como señala el Instituto de Política Económica, se necesita más de cinco años de crecimiento del empleo a este ritmo para volver al nivel de paro que predominaba antes de la Gran Recesión.

¿Por qué la reducción del paro no es una prioridad política de primer orden?

“Por la perniciosa obsesión de la élite política con los déficits presupuestarios”, dice Krugman. “Una obsesión que ha llevado a los Gobiernos a recortar la inversión cuando deberían estar incrementándola, y a destruir empleo cuando la creación de empleo debería haber sido su prioridad”

Alberto Ampuero es periodista de Riverside, California.

This post appeared on the front page as a direct link to the original article with the above link .

Hot this week

Afghanistan: State Capitalism in the US

Austria: The EU Must Recognize That a Tariff Deal with Trump Is Hardly Worth Anything

Mexico: Urgent and Important

Peru: Blockade ‘For Now’

Mexico: The Network of Intellectuals and Artists in Defense of Venezuela and President Nicholás Maduro

Topics

Afghanistan: State Capitalism in the US

Mexico: Urgent and Important

Peru: Blockade ‘For Now’

Japan: US President and the Federal Reserve Board: Harmonious Dialogue To Support the Dollar

Austria: The EU Must Recognize That a Tariff Deal with Trump Is Hardly Worth Anything

Mexico: The Network of Intellectuals and Artists in Defense of Venezuela and President Nicholás Maduro

Hong Kong: Cordial Cross-Strait Relations Will Spare Taiwan Trump’s Demands, Says Paul Kuoboug Chang

Germany: The Tariffs Have Side Effects — For the US Too*

Related Articles

Argentina: Trump Is Laying His Cards Down

Argentina: The US-China Microprocessor War

Argentina: Help for Trump in 2024

Argentina: Understanding a 2nd Cold War