Remittances to Honduras

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Nadie duda la importancia que constituyen las remesas para la economía de Honduras y de las demás naciones en desarrollo de América Latina, tanto las provenientes de los Estados Unidos de América como las que son enviadas desde otros países. Pero el último reporte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugiere que éstas actualmente demuestran una tendencia a disminuir con respecto a años previos, lo cual no abona a nuestro ya obscuro panorama económico, que actualmente se encuentra gravemente amenazado por una eminente recesión mundial, una inflación que crece agarrada de la mano del precio de los alimentos y combustibles, así como una competencia global sin tregua en materia comercial, industrial y turística.

El reporte del BID indica que, en los últimos años, millones de inmigrantes latinos han suspendido las remisiones a sus familias y seres queridos y que, además, muchos contemplan ya la posibilidad de retornar a sus países de origen por diferentes motivos. Según la encuesta, el principal motivo que tienen los entrevistados para retener los envíos es el temor que sienten con respecto a su estabilidad laboral, con un 81% de las personas manifestando que ahora es más difícil encontrar un trabajo bien remunerado y un 40% expresando que actualmente devengan un sueldo inferior al del año pasado. Asimismo, un 18% de los encuestados dijo trabajar en la industria de la construcción, muy lastimada recientemente por la caída del sector.

Uno de los efectos secundarios más dramáticos de éstas condiciones es que aproximadamente un 49% de las personas encuestadas reveló su intención de regresar a su país natal, sobre todo porque sus sueldos han perdido tanta capacidad adquisitiva ante la escalada de precios de la comida que ya ni ellos mismos pueden enfrentar sus necesidades, mucho menos para que les sobre algo para compartir con sus familias en la distancia.

Otra enorme preocupación para los encuestados es la creciente presión que está ejerciendo la autoridad migratoria estadounidense sobre los trabajadores extranjeros sin permiso de estadía, las penalidades aplicadas a los empleadores que contratan personas con estatus irregular y el sentimiento anti-inmigrante que resulta cada día más evidente en esa nación. Esto resulta particularmente preocupante porque cerca del 47% de los entrevistados manifestó no gozar de un estatus migratorio legal en ese país.

El informe del BID es congruente con las estimaciones y análisis de todas las organizaciones e instituciones serias que han estudiado el fenómeno de las remesas, la cuales coinciden en que, eventualmente, estas irán desapareciendo, tal como efectivamente ocurre ya en México donde se estima que tres millones de personas dejaran de recibir la ayuda que sus parientes logran en el exterior con enorme sacrificio.

Confiamos que el aviso ofrecido por el BID servirá para que se apliquen las prevenciones necesarias para proteger nuestra economía de esa eventualidad y esperamos que la campanada de alerta también sirva para que los beneficiarios de esos valiosos recursos pongan las barbas en remojo, tomando las medidas que sean precisas para darles un uso óptimo y no destinarlo a compra de artículos suntuarios. Recordemos: Soldado avisado no muere en guerra.