El precandidato demócrata a la presidencia estadounidense Barack Obama prometió que si llega a la Casa Blanca impulsará una política de alianza con América Latina y tendrá una “nueva estrategia con Cuba”, en un discurso este viernes en Miami, capital del exilio cubano.
La fuerte apuesta regional de Obama buscó calar hondo en el importante voto latino de Florida (sureste) que hasta ahora le ha resultado esquivo, y lograr apoyos en una influyente comunidad cubana, tradicionalmente asociada a los republicanos.
El senador de Illinois, a quien se considera casi seguro ganador de la nominación demócrata sobre su rival Hillary Clinton, trazó su eventual política hacia Cuba y América Latina en un almuerzo con la Fundación Cubano Americana, la organización más antigua y representativa del exilio cubano.
Obama prometió levantar “inmediatamente” las restricciones a los viajes familiares y envíos de remesas de dinero a Cuba para los cubanoamericanos, un reclamo que los cubanos de Miami apoyan por amplia mayoría.
“Es hora de ir más allá de la retórica dura que no trae resultados. Es hora para una nueva estrategia” con Cuba, dijo tras fustigar las políticas de la administración de George W. Bush, que endurecieron desde 2004 el embargo a la isla comunista.
“Es hora de dejar a los cubanoamericanos ver a sus madres y padres, sus hermanas y hermanos. Es hora de dejar que el dinero cubanoamericano disminuya la dependencia de sus familiares del régimen de (Raúl) Castro”, señaló Obama.
Reiteró que intentará avanzar en la normalización de relaciones con Cuba si se dan ciertos pasos en ese país. Y se mostró abierto a un diálogo con el presidente de Cuba, Raúl Castro, si se dan las condiciones ya que, insistió, impulsará una política exterior “de diplomacia directa, con amigos y enemigos”.
“Voy a mantener el embargo (económico a Cuba). Que nos permite dar al régimen una clara opción: si dan pasos significantes hacia la democracia, empezando por la libertad de los prisioneros políticos, nosotros daremos pasos para normalizar las relaciones”, dijo.
En el sur de Florida, especialmente en Miami y alrededores, la comunidad de origen cubano es mayoría –comprende un 40% del total de latinos– y aunque está considerada tradicionalmente republicana –respaldó a John McCain en las primarias republicanas en este estado– ya no responde electoralmente en bloque como años atrás.
En ese sentido, Obama y su discurso de “cambio” apuntan a una nueva generación del exilio cubano que da muestras de cansancio frente al estatus quo en política con Cuba.
“Es momento para una nueva alianza de las Américas luego de ocho años de políticas fallidas” del actual gobierno de George W. Bush, alentó Obama, al referirse a cual sería su eventual política con América Latina.
Consideró que Estados Unidos debe reconocer que su futura seguridad y prosperidad están ligadas al futuro de las Américas.
“Mi política hacia las Américas será guiada por un simple principio: lo que es bueno para los pueblos de las Américas es bueno para Estados Unidos”, dijo.
Adelantó que si es presidente apoyará “completamente la lucha de Colombia contra las FARC” y culpó al actual gobierno estadounidense por una política en la región que permitió el acercamiento del gobierno venezolano de Hugo Chávez a Irán.
“Este es el resultado de Bush en América Latina, y por lo que (el candidato republicano) John McCain ha optado”, indicó.
El precandidato demócrata necesita imperiosamente recuperar terreno entre los votantes latinos de Florida, que en las primarias de este y otros estados, se mostraron mayoritariamente inclinados hacia Hillary Clinton y John McCain.
El voto latino tiene peso propio en Florida, con un 20% de su población de origen hispano, de los cuales cerca de un 15% son ciudadanos estadounidenses en condiciones de participar de la elección.
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