La Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal detectó una ruta de tráfico de armas desde Texas, Estados Unidos, hasta el centro de México. Para el trasiego, que se hace por mar, aire y tierra, se utiliza a inmigrantes mexicanos, la mayoría residentes en la Unión Americana y con papeles en regla. La información de la SSP coincide con la de la Procuraduría General de la República (PGR), que ha detectado bandas dedicadas al tráfico de armamento que reclutan a inmigrantes para la compra por goteo en almacenes y para su transporte en Florida, California, Arizona, Washington y Texas. Los líderes de estas organizaciones se encargan de venderlas a los capos del crimen organizado que operan en nuestro país por cuatro o cinco veces más de su precio original. En el último caso reportado por la SSP se logró la detención de dos hombres de origen mexicano: Pedro Vázquez Rojas y Martín Caracheo Espitia, de 42 y 49 años de edad, respectivamente.
Ambos eran residentes de la ciudad de Dallas, Texas. Se les capturó a la altura del kilómetro 203 de la carretera México-Piedras Negras, en el tramo limítrofe de los estados Nuevo León y Coahuila. En una camioneta con placas texanas transportaban dos mil 357 cartuchos útiles, dos armas largas, una mira telescópica y un par de fundas para escopetas y rifles. El arsenal estaba oculto debajo del asiento trasero, en un cajón de dos bocinas. Tras el primer interrogatorio señalaron que habían recibido la orden de entregar el envío en la ciudad de Cortázar, Guanajuato, pero desconocían qué organización criminal lo había solicitado. De acuerdo a la PGR, el 97% de las más de 15 mil armas aseguradas en el último año y medio provienen de Estados Unidos. El tres por ciento restante llega de diversas partes de Sudamérica y Europa.
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