WASHINGTON.- ¿Aire fresco en la diplomacia de Occidente? El presidente Barack Obama sacudió ayer a los principales líderes del mundo con una explícita oferta de “nuevo comienzo” en las relaciones con Irán, país con el que los Estados Unidos mantiene tres décadas de enfrentamiento, con su punto más alto durante la pasada presidencia de George W. Bush.
“Los Estados Unidos quieren que la República Islámica de Irán tome su legítimo lugar en la comunidad de naciones. Ustedes tienen ese derecho, pero viene con responsabilidades reales”, dijo Obama en un mensaje de video sin precedente que se vio también por YouTube y entregado a canales de televisión de Medio Oriente para conmemorar el Año Nuevo persa.
“Ese lugar no puede ser alcanzado por medio del terror o de las armas, sino mediante acciones pacíficas que muestren la verdadera grandeza del pueblo y la civilización iraní”, agregó.
Durante su campaña, el actual presidente había ofrecido “extender la mano” a Irán si sus autoridades eran capaces de “abrir su puño”.
Irán no rechazó el convite presidencial, pero reaccionó con mucha cautela. “Recibimos de buena fe el mensaje del presidente estadounidense al pueblo iraní, pero éste considera que es necesario además un paso concreto”, dijo Ali Akbar Javanfaker, jefe de asesores del presidente Mahmoud Ahmadinejad, que pidió además que Estados Unidos reconozca “sus errores pasados”, entre ellos, las sanciones económicas contra Teherán.
La oferta de Obama parece un giro de 180 grados respecto de lo que venia ocurriendo con Irán. El ex presidente Bush había puesto a la república islámica a la cabeza del llamado “eje del mal”, junto con Irak y Corea del Norte. Eso fue el punto más caliente en una relación que ha sido tensa durante décadas y que hoy languidece.
De hecho, los Estados Unidos acusan a Irán de apoyar a grupos terroristas como Hezbollah y Hamas, y de desarrollar un programa de energía atómica con fines bélicos. Irán niega estas acusaciones, pero no permite el ingreso de los inspectores internacionales. Además, Washington ha reclamado a Teherán que cesara con sus amenazas contra Israel.
Por eso, el giro de Obama -anticipado durante su campaña- obligó ayer a tomar rápida posición a buena parte de los líderes europeos. Francia y Alemania, que junto con Gran Bretaña han liderado infructuosos esfuerzos de la Unión Europea (UE) por persuadir a Irán de que renunciara al enriquecimiento de uranio, aplaudieron la iniciativa de Obama.
“Creo que el mensaje refleja exactamente lo que los europeos siempre han querido: hacerle una oferta a Irán. Y lo que espero es que ésta sea aprovechada”, dijo la canciller alemana, Angela Merkel, en una cumbre de la UE en Bruselas. “Hay necesidad de diálogo”, acotó el presidente francés, Nicolas Sarkozy.
¿Cómo podría cristalizar el giro ofrecido por Obama? ¿Qué puede hacerse sin el aporte de China y de Rusia, sus aliados en materia de defensa? ¿Es esto algo para trabajar en términos de relación bilateral o con el marco de Naciones Unidas como soporte? Esas fueron sólo parte de las dudas atendidas por analistas de los principales centros de opinión.
Lazos constructivos
La oferta de Obama fue realizada al gobierno iraní, pero en un mensaje dirigido a los ciudadanos. Y se trató casi una postal cibernética, hablada en inglés, pero con subtítulos en farsi, con motivo del la celebración del Nuruz o Año Nuevo persa. La traducción fue pensada para que todos los iraníes pudieran entender a Obama sin necesidad de intermediación oficial.
“En esta estación de nuevos comienzos, me gustaría hablar claramente a los líderes iraníes”, dijo Obama. “Contamos con serias diferencias que se han agrandado con el tiempo. Mi gobierno está comprometido ahora con una diplomacia que aborde toda la gama de asuntos pendientes entre nosotros, y con la búsqueda de lazos constructivos entre EE.UU., Irán y la comunidad internacional”, señaló.
Pero el de ayer sería sólo el primer paso. El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo que hay “muchos otros” proyectos en carpeta.
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