Obama Breaks Immigration Reform Promise

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Corresponsal en Washington

Carmen Flores

Incumple Obama promesa sobre la reforma migratoria

Organización Editorial Mexicana

14 de noviembre de 2009

Washington, DC.- Rompiendo con la promesa que hizo el 10 de agosto en Guadalajara, Jalisco, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no presentará un “borrador” de reforma migratoria integral antes de que termine este año, porque ahora considera que esa responsabilidad es del Congreso federal, de acuerdo con la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano.

La funcionaria del gobierno de Obama aclaró que aun cuando no habrá borrador, el mandatario sí está comprometido a concretar la reforma migratoria para ayudar a regularizar el estatus de residencia de unos 12 millones de inmigrantes indocumentados.

“Permítanme ser clara, cuando hablo de la reforma de la inmigración, me refiero a lo que llamo un banco de tres patas, que incluye un compromiso con el control serio y eficaz, un mejor curso legal para las familias y los trabajadores, y una manera firme pero justa de tratar a quienes ya están aquí. Es así que se debe resolver el problema, porque necesitamos de todos esos tres aspectos para desarrollar un sistema que funcione”, dijo la secretaria de Seguridad Interior en un discurso ante el Center for American Progress.

El discurso de Napolitano se había catalogado como la develación del proyecto de reforma migratoria de Obama, tomando en cuenta que el pasado 10 de agosto en Guadalajara, Jalisco, el mandatario estadunidense se comprometió ante el presidente Felipe Calderón a tener un borrador de reforma migratoria antes de que concluya 2009.

La secretaria de Seguridad Interior nunca se refirió a su discurso como el parteaguas de lo que pretende Obama en materia migratoria, y más bien aclaró que debe ser el Congreso federal el ente que tendrá que tomar la iniciativa el próximo año para empujar un cambio a las leyes de inmigración.

“Necesitamos que el Congreso formule las bases legales para hacer que millones de inmigrantes ilegales en este país salgan de la clandestinidad, exigirles que se registren y paguen los impuestos que deben y verificar que paguen las multas que deberán abonar, como requisito para la obtención del estatus legal”, apuntó Napolitano.

La decisión de Obama de retractarse en su promesa de presentar antes que concluya este año un borrador de reforma migratoria tiene que ver, según una fuente de la Casa Blanca, con el riesgo de que la iniciativa presidencial sea atacada en todos los frentes, no sólo por los legisladores republicanos, sino por los grupos conservadores que se oponen a los cambios migratorios. Lo que hará la Casa Blanca es trabajar con el Senado y la Cámara de Representantes en la formulación de un proyecto de ley que logre un respaldo bipartidario que aumente sus posibilidades de aprobarse y promulgarse en ley.

La secretaria Napolitano subrayó que ante la realidad que se vive en Estados Unidos, es inaceptable que se mantenga el status quo en materia migratoria, tomando en cuenta que en los últimos dos años, desde 2007, el Congreso federal y el Poder Ejecutivo no lograron ponerse de acuerdo para aprobar una reforma.

“Un flujo continuo de trabajadores indocumentados que cruzan nuestras fronteras ilegalmente en busca de trabajo y una vida mejor, un mercado que los acoge con empleadores dispuestos a transgredir la ley para contratar mano de obra barata, y como resultado, unas 12 millones de personas que están aquí ilegalmente viviendo en la clandestinidad, una fuente de dolor y conflicto”, recordó Napolitano.

La reforma migratoria que pretende Obama, además de beneficiar a los 12 millones de inmigrantes indocumentados, deberá mejorar la capacidad de ejecución de las leyes migratorias pero sin tratar como criminales a los indocumentados, pero sí aplicando la mano dura a quienes lucran con el tráfico de trabajadores, los “polleros” y los empleadores.

“Mejorar el cumplimiento de las leyes, tanto a nivel interno como en el centro de trabajo, es una parte crucial de la reforma integral de inmigración”, añadió Napolitano.

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