Puerto Rico and Health Care Reform

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Al parecer el gobierno de Puerto Rico había puesto todos los huevos en una canasta en el tema de la atención al déficit monumental que arrastra la famosa tarjetita de la reforma de salud. Desde hace meses, el País ha sido testigo del intenso cabildeo por la inclusión de la Isla en la Reforma de Salud federal, lo que representaría una inyección multimillonaria a los programas de salud en Puerto Rico. Mas el tema ha resultado demasiado escabroso en Estados Unidos y todo tiende a indicar que Puerto Rico se quedará al margen de la reforma federal, si finalmente se aprueba.

El presidente Barack Obama ha enfrentado serios escollos en el proceso para la aprobación legislativa de su prometida reforma de salud. La situación se complicó con la pérdida de poder político de Obama en el Congreso ante los recientes triunfos republicanos, por lo que esta semana salió a relucir la posibilidad de llegar a un acuerdo bipartida mediante la adopción de la versión senatorial de la reforma que deja fuera a los territorios. Es así como las aspiraciones de paridad en Puerto Rico se tambalean y el gobierno local manifiesta su molestia con la situación, al punto de acariciar la idea de demandar a la metrópoli estadounidense.

La situación no es otra cosa que el reflejo más fidedigno de nuestra condición política en la que no tenemos injerencia directa sobre las decisiones federales que nos afectan. Este aldabonazo a la realidad surge días antes de que el Grupo Interagencial de la Casa Blanca sobre Puerto Rico celebre un foro público en San Juan como parte de los trabajos que deben culminar con un informe al Presidente de Estados Unidos para finales de este año.

Mientras tanto, en Puerto Rico es momento de que las autoridades trabajen en la elaboración de alternativas creativas que nos permitan enfrentar el déficit del sistema de salud y proponer e implantar reformas que provean mayor cobertura a nuestra sociedad. No se puede seguir esperando por un proceso que no está bajo el control del gobierno local. De hecho, no hay razón para divorciar ambas iniciativas: la de cabildeo en la Capital federal y la de gestión propia en Puerto Rico. En estos días inicia la sindicatura en Salud y ya el secretario, Lorenzo González anticipó que la prioridad será la Administración de Seguros de Salud (ASES). No se debe esperar mucho más para atender el tema de la salud en Puerto Rico.

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