Uncle Sam Says: Do as I Say, Not as I Do

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Por supuesto, si usted se considera todopoderoso, omnipotente, supremo, genial y perfecto, no es nada raro que en su vanidad mire por encima del hombro a los demás y hasta les invente atroces defectos.

Las autoridades de los Estados Unidos se han tomado en serio aquello de que son el país de los elegidos, y tienen la tarea divina de reprender a otros… pero nada de mirarse por dentro.

El asunto es: en fecha reciente el Departamento norteamericano de Estado, es decir, la entidad pretendidamente rectora de la política externa del imperio, insistió en publicar nuevamente otro informe –el cual ve la luz cada 12 meses– y versa sobre la violación de los derechos humanos en cualquier parte del mundo, menos dentro de las fronteras de la Unión.

Este documento resultó ser en extremo ácido con Venezuela y China, naciones que de inmediato reaccionaron con fuerza ante las valoraciones de quien es, sin dudas, uno de los menos indicados en el orbe para ni siquiera mencionar el manejo de las prerrogativas ciudadanas en otros patios.

La embajada bolivariana en Washington dijo que la nueva patraña da continuidad a la actividad agresiva y desestabilizadora de los Estados Unidos contra esa nación y, precisó, que el imperio no puede dar lecciones a nadie en materia de respeto al ser humano y sus derechos.

La nota recuerda las guerras genocidas que desarrolla la Casa Blanca en Afganistán e Iraq con elevado número de víctimas civiles; la proliferación de cárceles secretas donde se aplica la tortura como “método de interrogatorio” de los militares de EE.UU., y la propia incertidumbre de la población estadounidense víctima de la crisis económica la cual suma ya 10 por ciento de desempleados en esa nación.

Por su parte, la República Popular China enfatizó que la Casa Blanca utiliza el tema de los derechos humanos como instrumento político para “injerirse en los asuntos internos de otros países, ensuciar la imagen ajena y alimentar sus propios intereses estratégicos”.

China acusó a su vez a los Estados Unidos de provocar la actual crisis económica mundial, de haber promovido el “desastre global en materia de derechos humanos”, de establecer campañas mediáticas a favor de sus mezquinos intereses y de restringir las libertades individuales con el arsenal de seguridad instaurado desde los atentados del 11 de septiembre.

Precisamente, en días recientes, el senado norteamericano aprobó extender por un año adicional la llamada “Ley Patriótica”, cuerpo de medidas que reprime las libertades ciudadanas bajo el pretexto de la lucha antiterrorista y atenta contra los sacrosantos derechos individuales tan llevados y traídos como bandera por la propaganda imperial.

Nada, que con tejado de vidrio no es aconsejable lanzar piedras a los vecinos.

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