Los líderes de la minoría republicana pusieron el reforzamiento de la seguridad fronteriza para contener la violencia de los cárteles de la droga y la inmigración indocumentada entre las prioridades del manifiesto electoral difundido ayer, al arrancar su campaña para reconquistar la mayoría en el Congreso en las elecciones legislativas de noviembre.
En un acto celebrado a las puertas de una ferretería, en la localidad de Sterling, Virginia, los congresistas revelaron las que serán las prioridades de su política y prometieron “a la nación” recuperar los espacios que, desde su punto de vista, el gobierno del presidente Barack Obama le ha arrebatado a los ciudadanos desde que llegó a la Casa Blanca.
“Estamos hoy aquí para apostar por una nueva agenda de gobierno, hecha a la medida de las necesidades del pueblo estadounidense, para ofrecerles una nueva opción hacia el futuro”, aseguró el líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Joe Boehner, en un evento en el que sus correligionarios comparecieron en mangas de camisa para distanciarse de la imagen formal y oficialista en Washington.
En su manifiesto, denominado “Compromiso con América”, los republicanos expresan su repudio a las reformas aprobadas en la administración Obama. Particularmente, la derogación de la reforma sanitaria, cuya primera fase entró ayer mismo en vigor para evitar que las compañías aseguradoras rechacen a un cliente por sus condiciones médicas preexistentes o le expulsen al contraer una enfermedad de larga duración.
Los republicanos se comprometieron a acabar con “los impuestos que matan el empleo”, reducir el gasto público y poner fin a los planes de rescate de la economía. “La tierra de las oportunidades se ha convertido en la tierra de la prosperidad decreciente… Nuestro gobierno nos ha fallado”, declaró el representante Kevin McCarthy.
En su manifiesto de 21 páginas, los líderes del Partido Republicano elevan, además, a rango de prioridad el reforzamiento de la seguridad fronteriza, confirmando su intención de ceder ante las presiones de los sectores más conservadores.
“El problema de la inmigración ilegal y los cárteles mexicanos de la droga enfrascados en un conflicto cada vez más violento nos obliga a poner manos en el asunto. Para ello reafirmaremos la autoridad de los estados y las policías locales para apoyar y dar un mejor cumplimiento de las leyes federales de migración”, asegura el manifiesto. Los legisladores buscan, además, resucitar algunos de los más polémicos proyectos militaristas, como el sistema balístico de defensa que Obama desechó por oneroso.
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