El despiadado ataque aéreo de la OTAN a Libia, que conllevó miles de civiles muertos para derrocar al gobierno Muamar el Gadafi, fue manipulado y creado en los laboratorios de la CIA y el Pentágono, bajo la anuencia de la Secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, mientras el presidente Obama viajaba a Brasil en visita oficial. Así la OTAN emergía como el nuevo verdugo encargado del trabajo sucio, mientras Rusia y China apoyaron para luego quejarse de los excesos, de las operaciones. Una nueva táctica, pero una vieja estrategia colonialista e imperialista, es crear una mentira sobre “libertad”, “derechos humanos”, “libertad comercial”, etc., para invadir a países con reservas de petróleo, minerales, oro, agua o alimentos. Cualquier gobierno que no acepte esto conceptos y la condiciones de Estados Unidos, está en la mira de una agresión militar.
Son muchos los crédulos que ven a Estados Unidos como el modelo de libertad y posibilidades económicas, así como la oposición venezolana, que niega hasta la misma crisis de esa nación con miles de desocupados y la imposibilidad de reactivar su economía. Estados Unidos apela a la guerra para intentar superar su crisis estructural tal como lo hiciera el gobierno nazi de Hitler en la segunda guerra mundial. Para muestra de lo antedicho basta acudir a recientes declaraciones de sus asesores, que dejan claramente establecidas las reglas del juego, y donde la administración del presidente estadounidense Barack Obama asume que en el desarrollo de la agresión en Libia, queda demostrado un nuevo enfoque, para realizar por la forma violenta el cambio de gobierno en otros países del mundo. Así lo anunció uno de los consejeros para asuntos internacionales del mandatario estadounidense, Ben Rhodes, en una entrevista con Foreign Policy, al decir que “la nueva estrategia de Estados Unidos es más eficaz y menos costosa. Si la actitud estadounidense durante la administración de George Bush considera ocupación, para la de Obama el objetivo es una liberación nacional. Además el consejero menciona dos principios nuevos: El cambio del régimen se realiza directamente por un movimiento nacional y Estados Unidos comparte la responsabilidad internacional con sus aliados.
La oposición venezolana aplaude la intervención en Libia y al nuevo gobierno títere
Este nuevo panorama internacional pone en grave peligro a la sociedad humana. La guerra y la muerte se imponen al dialogo, al derechos de los pueblos a su autodeterminación o al derecho a proteger su modelo económico. Las nuevas relaciones internacionales apoyadas por la ONU permiten cualquier agresión internacional, de los 5 países miembros permanentes del Consejo de Seguridad con derecho a veto, Estados Unidos, Inglaterra y Francia son socios imperialistas, Rusia navega en sus incoherencias históricas, mientras China no actúa como país socialista, ambos no usan el derecho a veto, pero después demagógicamente acusan a los otros de no respetar lo acordado.
La oposición quiere que el gobierno bolivariano establezca relaciones con el gobierno de facto, hasta quisieron realizar una declaración como Mesa de Unidad Democrática (MUD), tal como si fueran gobierno. Talvez en un intento de conformar un proceso similar al del 2002 en el golpe de estado, para ahora sí recurrir al gobierno de Obama, para que intervenga en Venezuela, sin importar el costo posible de una aventura militarista en el pueblo venezolano.
En ese sentido y referido a los sueños trasnochados de campañas desestabilizadoras, el diputado a la Asamblea Nacional (AN) y dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Héctor Navarro, enfatizó que existe una conexión entre los integrantes de la Mesa de la Unidad (MUD) y los órganos de inteligencia de los Estados Unidos. En el programa Toda Venezuela, que transmite Venezolana de Televisión (VTV), Navarro señaló que es “extraña” la coincidencia en la simultaneidad de las declaraciones del ex subsecretario norteamericano Roger Noriega y algunos representantes de la derecha venezolana sobre la medida de repatriación de las reservas de oro.
Agregando el diputado que “Hay una sospechosa relación porque ellos no han aclarado cómo es que hay coincidencias en tiempo y contenido en sus declaraciones. La conexión entre la CIA y ellos existe”, consideró. Además, Navarro dijo que el discurso de la bancada de la oposición en el parlamento este jueves, cuando se debatió sobre la medida de repatriación del oro, valorado en 11.000 millones de dólares, estuvo carente de contenido. “Hubiésemos querido un debate de más contenido por parte de la derecha”, expresó Navarro, quien además informó que de 65 diputados opositores, sólo asistieron 28. Explicó por ultimo que dentro del seno de la llamada MUD “hay presentes unos conflictos, primero por la lucha por el poder”.
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