Kerry in the Middle East

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Kerry en Medio Oriente

01 de marzo de 2013

nouhad47@yahoo.com

El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, está de gira en las capitales del Medio Oriente. Él estará allá hasta el 6 de marzo, visitando Ankara, El Cairo, Tel Aviv, Ramalá, Al-Ryad y Abu Dhabi.

Los políticos en la región están muy interesados en escuchar al representante del presidente Barack Obama en su nuevo mandato. Seguro expresarán su preocupación e interés con el Súper poder, que ha establecido una relación estratégica con esta región desde el fin de la segunda guerra mundial. Además de los intereses bilaterales, hay asuntos de efecto común en esta región sobre la paz, seguridad y estabilidad en el mundo.

La sangrienta situación en Siria es la más urgente para tratar. La posición de la administración estadounidense hasta ahora ha sido criticada por su falta de decisión y acción, a pesar de la retórica ante el régimen sirio.

Washington no podía impulsar la solución política que lo promueve. Su oposición al armamento de rebeldes ante el presidente Bashar Al-Assad es la principal razón de la extensión de la crisis, destrucción y el creciente número de víctimas, dando a los extremistas mayor auge e influencia, en los acontecimientos diarios en Siria.

Las consecuencias de la política norteamericana son contradictorias a los objetivos proclamados de combatir el terrorismo de los fundamentalistas islámicos y la expansión de su presencia. La falta de visión y liderazgo es la impresión general que John Kerry escuchará en Ankara, El Cairo, Riad y otros países del golfo Pérsico.

El otro persistente problema es el programa nuclear iraní, el cual fue negociado durante esta semana en Almaty, Kazajistán, entre los P5 +1 e Irán sin resultados concretos. Los israelíes impulsarán fuertemente su causa, tratando de obtener algún compromiso por parte de los estadounidenses para enfrentar la determinación iraní, argumentando que las sanciones han sido ineficientes y que la acción militar quedará como opción.

La amenaza iraní será discutida con los líderes de Arabia Saudita y los Emiratos Árabes, que están inquietos por las ambiciones regionales de Irán y están preocupados sobre la consecuencia a su seguridad ante cualquier conflicto militar con su vecino.

El tercer problema que enfrentará John Kerry en Medio Oriente es el más antiguo en la historia moderna. El conflicto árabe-israelí y la falta de cualquier solución, a pesar del famoso “proceso de paz” que empezó desde hace casi dos décadas. Los gobiernos israelíes no han mostrado su buena fe sobre la solución de dos Estados.

Con la expansión y construcción continua de los asentamientos en Cisjordania, la judaización de Jerusalén, la construcción del muro de separación, entre otros hechos y medidas, el Estado palestino se ha convertido en una lejana posibilidad.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se ha mostrado difícil a tratar con la administración del presidente Barack Obama. Los palestinos han perdido ya muchas veces su apuesta sobre el patronato estadounidense y las iniciativas de paz. Ningún presidente de EU ha podido cumplir sus promesas con ellos.

La interpretación de la confusión e indecisión de la política norteamericana cambia entre los observadores. El papel de los estadounidenses es aún muy importante en la planificación de políticas para los líderes de la región, a pesar de la mala imagen de Estados Unidos en el área.

Líderes y pueblos esperan un papel norteamericano más activo y constructivo. La complejidad de problemas y relaciones entre las entidades de esta parte del mundo sugiere la necesidad de una poderosa influencia externa, en conformidad con su historia de casi dos centenarios.

El autor fue embajador de Líbano en México entre 1999 y 2011

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