United States Espionage is Shaken up by Scandal

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Edward Snowden logró que E.U. analice con lupa su estrategia de espionaje.

La encrucijada en la que está el Gobierno de Estados Unidos con el escándalo internacional suscitado por Edward Snowden, el exempleado de la CIA de 29 años que reveló a la prensa británica y norteamericana las chuzadas “oficiales” a compañías de telecomunicaciones, hará que el presidente Barack Obama tenga que replantear su estrategia de espionaje para la lucha antiterrorista.

Así lo manifestó a El Colombiano Jeffrey C. Fox, miembro del Buró de Seguridad Nacional de E.U., con sede en Rock Mount, Virginia. “Estas escuchas tendrán que cambiar porque los ojos de organizaciones civiles en E.U., así como del bloque europeo estarán puestos en este esquema de vigilancia sobre llamadas telefónicas y datos de correos electrónicos”.

Asimismo, indicó que el Gobierno estadounidense tendrá que revisar cuál es el verdadero impacto que sufrirá su seguridad por este escándalo del programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por su sigla en inglés).

Precisamente, este análisis será coordinado por la Oficina Nacional de Contrainteligencia (NCIX, por su sigla en inglés), una subdivisión de la oficina de la Dirección Nacional de Inteligencia.

Detalles

Booz Allen Hamilton, el contratista de la CIA que empleaba a Snowden salió ayer al paso de los señalamientos y aclaró que despidió al joven empleado por violar sus políticas y código de ética. También afirmó que Snowden había sido su empleado por menos de tres meses y que tenía un salario de 122.000 dólares anuales.

Careo legislativo

Los cuestionamientos al Gobierno norteamericano salpicaron también al Congreso donde salieron a defender el controvertido esquema. Uno de ellos fue el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien respaldó los programas de la NSA y su supervisión por parte del Congreso y dijo a Reuters que “había sido informado sobre ellos y que no se espiaba a los estadounidenses a menos que se comunicaran con un terrorista en otro país”.

No obstante, el senador Rand Pau l, un republicano popular del movimiento Tea Party que es contrario a la intromisión del Gobierno, dijo que se reservaba emitir un juicio sobre Snowden y espera obtener más datos del impacto del escándalo.

Por su parte, la senadora Barbara Mikulski, demócrata de Maryland, dijo que “tendremos muchas audiencias sobre esto, especialmente de cómo logró Snowden -que ni siquiera terminó la secundaria- obtener acceso a secretos de alto nivel del Gobierno.

Otro de los congresistas que cuestionó el asunto fue el senador Jeff Merkley, demócrata de Oregon quien afirmó que “los estadounidenses se merecen saber cuánta información sobre sus comunicaciones privadas el Gobierno cree que tiene permitido tomar bajo la ley”.

Revisión de costos

Pero el debate norteamericano también tocó el tema económico, en un país que todavía no repunta en sus indicadores y por eso el jefe del Pentágono, Charles Hagel, dijo ayer en una audiencia ante el Subcomité de Asignaciones Militares del Senado que por el escándalo están revisando los contratos de unos 700.000 consultores privados, cada uno de los cuales en promedio cuesta tres veces más al fisco que los empleados públicos. “Los cortes de presupuesto nos obligan a ponderar cada gasto, y los de los consultores están bajo revisión porque son el 22 por ciento de la fuerza laboral del Departamento de Defensa”, aclaró Hagel.

De otro lado, mientras Rusia considera dar asilo a Snowden, según dijo ayer Dmitry Peskov, el portavoz del presidente Vladimir Putin, Google, una de las compañías presionadas a dar información al gobierno Obama pidió publicar un resumen de los datos de los usuarios que fueron solicitados por razones de seguridad nacional y aclarar que no son todos sus usuarios los que espía.

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