Prelude to a New Cold War

<--

El asilo a un espía norteamericano parece ser parte de una serie de nuevos desencuentros entre los rusos y los estadounidenses.

El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció esta semana la cancelación de un encuentro con su colega ruso, Vladimir Putin, en medio del culebrón del espía norteamericano, Edward Snowden, que terminó con un asilo temporal en Moscú.

Y aunque el asilo a Snowden parece ser un problema más inmediato, en realidad solo es un desencuentro más entre los otrora archienemigos de la guerra fría.

Rusia y Estados Unidos han tenido varios puntos de discordia, luego que la Casa Blanca criticara al Kremlin por violaciones a los derechos humanos y la sociedad civil, así como un creciente autoritarismo del gobierno.

Las diferencias sobre el conflicto en Siria y la nueva ley rusa que reprime los derechos homosexuales también son parte de los desencuentros, pero quizás el más grave sea la forma que Rusia ha reaccionado al anuncio estadounidense de construir un sistema de defensa antimisiles en Europa Central para protegerse contra un eventual ataque de Irán o Corea del Norte. Rusia dijo hace un año que estaba preparada para usar “fuerzas destructoras preventivas” si Washington seguía adelante con sus planes. En un mundo cada vez más enfocado en lo económico y el comercio y cada vez menos en las ideologías, es difícil que se reactive una guerra fría como la del pasado reciente, pero ambas potencias deben limar asperezas ante el riesgo evidente de confrontación.

About this publication