The Two-Party System and Its Irrational Government Crisis

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El bipartidismo y su irracional crisis gubernamental

El lamentable y vergonzoso espectáculo provocado recientemente por la disputa presupuestaria entre el presidente Obama y el Senado por un lado y la Cámara de Representantes por el otro, no solo ha desprestigiado a la actual clase política estadounidense y a la nación sino que ha puesto en seria duda la viabilidad del tradicional y dominante sistema político bipartidista.

La cada vez más abismal diferencia entre posiciones ideológicas de grupos extremistas republicanos y demócratas, cierra las puertas a toda posibilidad de entendimiento bipartidario, crea una parálisis política alarmante y provoca crisis gubernamentales cuyas graves consecuencias apenas comenzamos a sentir.

El problema es que ambos bandos adoptan posiciones demagógicas intransigentes con el solo propósito de desprestigiar al oponente y tratar de imponer su agenda, sin importar el daño que puedan causar a ese mismo pueblo a quien juran defender. Ese monopolio político —nunca contemplado en la fundación de la República, pero resultado de un proceso evolutivo del sistema y hasta hace poco con el beneplácito del propio electorado— simplemente ha desvirtuado y puesto en ridículo mundial el hasta hace poco tiempo admirable sistema político estadounidense.

Es oportuno entonces preguntarse si de esta irracional situación no saldrá fortalecido el autollamado voto independiente (algunos estiman que representa hasta el 25 por ciento del electorado) totalmente desilusionado con la oferta actual y como resultado tratar de lograr una nueva correlación de fuerzas en el nefasto status quo parlamentario. Encuesta tras encuesta revelan niveles récords de baja aprobación para el gobierno sobre cómo está administrado el país —18 por ciento según una reciente encuesta de Gallup–. Igualmente un escrutinio del WSJ/NBC indica que solo un 17 por ciento de la población cree que el país va en la dirección correcta. El Washington Post destaca un reciente estudio en donde expone “la necesidad de una tercera fuerza ha alcanzado nuevas alturas” reforzando la urgencia de una opción legislativa independiente que permita evitar el posible colapso político-económico al que el bipartidismo nos está llevando y del que todos saldremos gravemente perjudicados.

Si bien a lo largo de sus más de doscientos años de existencia republicana abundan los intentos fallidos tratando de crear una alternativa moderada, nunca la polarización partidaria ha sido tan manifiesta ni tan irracional como en el presente, ni nunca antes el pronóstico de que la misma se moderase ha sido tan pesimista.

En general han fracasado por apuntar demasiado a temas específicos y polémicos (la agenda verde de Ralph Nader, el nacionalismo económico de Perot, la política de aislamiento de Pat Buchanan, la pro segregación de George Wallace y de Strong Thurmond, etc.) y no en temas de interés a todo el espectro electoral (economía, deuda nacional, reformas migratoria, de salud, electoral e impositiva, etc.). El resultado ha sido que, con la excepción de Ross Perot logrando el 18.6 por ciento de los votos en 1992, los otros intentos han resultado en minúsculos porcentajes sin posibilidad alguna de influenciar o alterar la agenda del monopolio bipartidista.

Sin duda los obstáculos para fortalecer una alternativa al bipartidismo son muchos y extremadamente difíciles de superar. Se requeriría para comenzar una reforma electoral que sustituya el sistema “el ganador se lleva todo” por uno de representación proporcional, que se amplíe la participación en los debates presidenciales y sobre todo que el descontrolado sistema de financiamiento de campañas sea más equilibrado.

Para la comunidad hispana, dada su coincidencia con posiciones moderadas de ambos partidos, encontrar y apoyar líderes independientes que compartiesen dichas posiciones mejoraría considerablemente las posibilidades de finalmente lograr la reforma migratoria que el bipartidismo actual le ha negado una y otra vez y que amenaza con posponerla infinitivamente. Esta comunidad y el país en general tendrán esa gran oportunidad en el 2014.

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