Climate Awareness

<--

El martes, el Gobierno de Estados Unidos divulgó un informe sobre los efectos presentes y futuros del cambio climático en ese país. Con este estudio científico, lleno de pronósticos sombríos, la Casa Blanca desea contrarrestar —en alguna medida— la incredulidad que manifiestan muchos de sus ciudadanos y políticos respecto a los efectos del calentamiento global.

En efecto, pese a las evidencias científicas y empíricas de este fenómeno en todo el mundo, como el incremento en el número e intensidad de los incendios; las lluvias torrenciales, inundaciones, heladas y sequías cada vez más extremas; el retroceso de los glaciares o los tornados y huracanes que cada nuevo año causan daños históricos, la mayoría de los estadounidenses se muestran escépticos ante el cambio climático, o en el mejor de los casos, piensan que solo afecta a los glaciares o a los osos polares.

Esta incredulidad deviene de una campaña sistemática que durante años han efectuado las grandes empresas y muchos políticos (en especial republicanos) en contra de las evidencias del calentamiento global. Ello, como es de suponer, para que la opinión pública no ejerza presión en favor del medio ambiente, lo que obligaría a las grandes compañías a reducir sus niveles de contaminación, afectando en última instancia sus ingresos. Por eso no sorprende que el Congreso estadounidense se haya negado a ratificar el Protocolo de Kioto, el único acuerdo alcanzado hasta ahora que obliga a los gobiernos a reducir la emisión de gases de efecto invernadero; ello pese a que la potencia del norte es el país que más gases contaminantes libera al medioambiente, superado actualmente solo por China.

De allí la importancia de este informe, que intenta cambiar la mentalidad de los norteamericanos, lo que a su vez contribuiría a que los políticos apoyen de una buena vez medidas en contra del calentamiento global. Algo urgente, pues, como se ha señalado en reiteradas oportunidades desde este mismo espacio, la sobreexplotación de los recursos naturales y minerales ha provocado una crisis ecológica sin precedentes, que amenaza con destruir la forma de vida tal y como la conocemos.

De igual manera, sería pertinente que en el país se realicen campañas similares de concientización ambiental, pues aún son muchas las autoridades que si bien no niegan la existencia del calentamiento climático, en la práctica no hacen nada por contrarrestar este fenómeno. Subsidiando por ejemplo los carburantes o alentando la deforestación, en vez de proteger nuestros bosques, que son los únicos que pueden contrarrestar la expansión de los gases de efecto invernadero. Y lo propio ocurre a nivel personal, aún son muchas las personas que prefieren olvidar aportes tan sencillos como evitar los chaqueos, cuidar el agua o apagar las luces y computadoras que no están siendo utilizadas.

About this publication