An Insufficient Step for Immigrants in the US

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Estados Unidos: un paso insuficiente por los migrantes

El gobierno del presidente Obama será recordado como el gobierno de las expectativas no cumplidas. Después de la gran esperanza que despertó, Obama se encuentra en niveles históricos de desaprobación. Con todo y que Estados Unidos vive una nueva época de crecimiento económico, los ciudadanos estadunidense castigaron severamente al Partido Demócrata y entregaron el Congreso a los republicanos.

Una de las razones de la derrota demócrata fue el abstencionismo de sus bases, incluida buena parte del voto latino. Durante la presidencia de Obama se ha llevado a cabo la ola de redadas y deportación de migrantes más grande de la historia. Contrario a los valores que pregona el Partido Demócrata, su gobierno implementó una política migratoria muy agresiva, que ha generado una emergencia social de grandes proporciones. Con la deportación masiva, miles de familias han quedado rotas entre la franja fronteriza; niños desamparados y padres angustiados viven día a día un vía crucis, un drama indiferente frente a los intereses de Washington.

Sólo el fracaso electoral hizo comprender al presidente Obama que la siguiente elección presidencial correrá el mismo resultado si no tiende la mano a los migrantes. Por ello, el pasado jueves 20 de noviembre Obama presentó un paquete de decretos que alivia la situación de una parte de los migrantes, quienes podrán salvarse de ser deportados y obtener permiso de trabajo por dos años si logran demostrar que han permanecido en Estados Unidos por cinco años, que tienen hijos que son ciudadanos del país o residentes legales y carecen de antecedentes criminales. Esta acción ejecutiva beneficia temporalmente a alrededor de cinco millones de personas indocumentadas, pero deja sin protección a casi siete millones que tendrán que seguir viviendo entre las sombras.

Otras medidas incluyen facilitar la obtención de visas de trabajo para jóvenes que hayan cursado carreras tecnológicas en universidades estadunidenses, así como políticas de reunificación familiar. El nuevo paquete de medidas también contempla reforzar la seguridad en la frontera, lo cual puede traducirse en acciones abusivas de la patrulla fronteriza. Ante ello, al gobierno mexicano le corresponde desarrollar una posición más clara y activa y no de silencio ni de mínimos.

El presidente Obama aclaró que “este trato no aplica a quien haya venido a este país recientemente. No aplica a quien pueda venir a Estados Unidos ilegalmente en el futuro. No otorga la ciudadanía o el derecho a quedarse permanentemente ni ofrece los mismos beneficios que reciben los ciudadanos”.

La acción ejecutiva del presidente Obama constituye un avance en política migratoria. Sin embargo, los migrantes, a pesar de su gran contribución al desarrollo del país, siguen siendo vistos como un grupo social de segunda categoría y, en algunos casos, como una amenaza para el futuro. Pareciera que muchos políticos y líderes de opinión estadunidenses se han olvidado de que Estados Unidos se forjó como un vigoroso crisol de culturas gracias a los migrantes que pusieron todo su empeño en convertir a esa tierra en una nación de oportunidades.

Todo país tiene el derecho de desarrollar su política migratoria, pero ésta, debe enmarcarse en relaciones de justicia que no violenten los derechos fundamentales de las personas. El anuncio del presidente Obama llega tarde los demócratas y tarde para todas las familias que se han visto afectadas, pero es al menos un paso en el camino hacia

el reconocimiento de los derechos de millones de

personas.

*Politóloga. Senadora de la República.

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