US and Latin American Sea: The Kellogg Proposal

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La comunicación entre los embajadores de Estados Unidos en Bolivia, Chile y Perú durante los buenos oficios que el país del norte ofreció a Santiago y Lima para la solución del diferendo de la soberanía sobre Arica y Tacna en los años 20 del siglo pasado, no solo muestra que la Casa Blanca ya veía que la solución del enclaustramiento marítimo boliviano era de interés continental, sino que la aceptación chilena, de “considerar” la propuesta del Departamento de Estado, termina por ser una aceptación a un tratamiento continental del tema marítimo boliviano.

En 1926, de acuerdo con el estudio de Jorge Gumucio, EEUU y el Mar, tras varias propuestas del secretario de Estado de EEUU Frank Kellogg para dar solución a la disputa limítrofe, rechazadas tanto por Perú como por Chile, hizo pública una propuesta definitiva: ambos debían ceder a perpetuidad sus derechos sobre Tacna y Arica en favor de Bolivia.

Chile, en su respuesta señaló que consideraría el plan. De hecho, en comunicaciones entre el embajador estadounidense Collier y Kellogg, el primero le revela que en sus conversaciones con el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Mathieu, éste le comunicó su intención de ceder a Bolivia Arica y Tacna. Incluso en determinados momentos pidió a EEUU más tiempo para convencer a su presidente y a su Congreso y crear un ambiente favorable para la cesión.

Perú, en cambio, fue el que de manera más directa truncó la Propuesta Kellogg porque no aceptaba ceder territorios que consideraba solo suyos. Además, temía dejar desprotegida a la población peruana de esos departamentos.

Bolivia, a su vez, tras años de intentar sin éxito ser parte de esa negociación, ahora era incluida de manera sorpresiva, abrazó la propuesta inmediatamente y aceptó que tendría que pagar una compensación a cambio de la transferencia de esos territorios. Esta compensación fue otro obstáculo, pues Perú creía que Chile no merecía ninguna.

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