Donald Trump, ‘Follower’ of the British Far Right

 

 

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Donald Trump, “follower” de los ultraderechistas británicos

El presidente de EEUU retuitea vídeos propagandísticos de un grupo británico de ultraderecha de 500 miembros e irrita al Gobierno de May

Donald Trump insinúa que una estrella de la televisión de EEUU asesinó a un becario

Durante 70 años, la ‘relación especial’ entre Gran Bretaña y EEUU ha sido uno de los ejes de la política mundial. En 1963, Charles De Gaulle vetó la entrada de Gran Bretaña en lo que entonces era el Mercado Común alegando en una rueda de prensa que ese país era “el caballo de Troya” de EEUU en Europa. Tampoco es que a los británicos les fuera la vida en ello. Compartían inteligencia con EEUU a través de la red de espionaje electrónico Echelon, y hasta hacían sus ensayos nucleares en Nevada. Ahora, sin embargo, Gran Bretaña se queda sola. Se va de la UE y EEUU, con Donald Trump, le profesa un nada disimulado desprecio. El presidente de EEUU ha decidido interferir en la política británica de una manera directa. SI cualquier líder político dijera con respecto a Estados Unidos lo que Trump dice de Gran Bretaña -y prácticamente todo el mundo, con las excepciones de Rusia e Israel- sería acusado inmediatamente de “antiamericano visceral”. La última bofetada llegó este miércoles, cuando el presidente de EEUU, que tuvo una mañana muy tuitera, colgó en esa red social varios mensajes de la ultraderechista británica Jayda Fransen, que hace un año fue declarada culpable por la Justicia británica de insultar a una mujer que vestía un hiyab. Fransen es la número dos del partido de ultraderecha británico Britain First (Gran Bretaña Primero), una formación extraparlamentaria que cuenta con menos de 500 miembros y que en 1992 se definió como la versión británica del fascismo y del nazismo. “El fascismo es italiano; el nazismo, alemán. Nosotros somos británicos y hacemos las cosas a nuestra manera, no copiando a extranjeros”. Los retuiteos de Donald Trump muestran a un musulmán destruyendo una escultura de la Virgen María, y a otro linchando y tirando desde una azotea a un joven. Un tercer retuit va acompañado de la imagen de un inmigrante musulmán golpeando a un holandés con muletas. En realidad, el agresor no es ni inmigrante ni musulmán. Reino Unido no aceptó tan goebbelsiana explicación. “El objetivo de Britain First es dividir nuestras comunidades y usar el odio y las mentiras para provocar tensiones”, aseguró un portavoz de Theresa May. “Los británicos rechazan abrumadoramente los prejuicios de la extrema derecha, que son la antítesis de los valores de la decencia, la tolerancia y el respeto que este país representa”, agregó el portavoz, informa Carlos Fresneda desde Londres. No fue ése el único arranque de genialidad online del presidente de EEUU ayer. En otro ‘tuit’, Trump reclamó una investigación del ex congresista republicano -es decir, de su mismo partido- y actualmente periodista de la cadena de televisión MSNBC, Joe Scarborough, al que acusó indirectamente de haber asesinado a una becaria hace 16 años, en una conspiración descartada por la policía a la que, paradójicamente, solo la extrema izquierda ha prestado atención.

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