Marco Rubio, U.S. Senator for Florida, acted like a celebrity guest star at an anti-Cuban media event organized by the Washington, D.C.-based Heritage Foundation in conjunction with Google Ideas. The goal, in theory, was to find a magic formula with which to shape the future destiny of the Island. As usual, the junior senator proposed the dismantling of Cuban socialism as a springboard for the development of an idyllic technological revolution.
Those gathered there, recalcitrant enemies of Cuba such as Daniel Fisk, vice president of the Republican Institute and former deputy assistant secretary in the Bureau of Western Hemisphere Affairs at the U.S. Department of State; Roger F. Noriega, fellow at the American Enterprise Institute and ex-senior policy advisor and alternate U.S. Representative at the U.S. Mission to the OAS; Mike Gonzalez, vice president of communications at the Heritage Foundation; Mauricio Claver-Carone, director of U.S.-Cuba Democracy PAC and Carlos Saladrigas, co-chairman, Cuba Study Group (among others), stressed the importance of the Internet as an instrument of media-manipulation as well as a method for the realization of political discourse for the internal counter-revolution, geared towards undermining today’s Cuban society. With a conspiratorial air, Marco Rubio made no effort to hide the fact that the main goal of the event was to obtain “a political opening of Cuba, one free from the filter of the Castro government and to debate about how to find the best way to achieve this objective.”*
Rubio, a fervent defender of the criminal embargo against Cuba, said that it would only end as a result of political change in the Caribbean nation. He argued for the benefits of a capitalist democracy for Cubans, attempting to sweep under the rug the crippling poverty and discrimination suffered up until 1959. For Rubio, the need for free elections amounts to nothing more than the need for an electoral puppet show dominated by influence peddling, widespread voter fraud and other dishonest practices that are not only commonplace but openly prevalent in other so-called democracies.
Both Marco Rubio and Roger Noriega have conspired with Voice of America to cast doubt on the actual role of the Catholic Church on the island, practically labeling the church as a government accomplice and espousing a non-existent repression of government opponents (counter-revolution mercenaries). In this way, they join forces with the media to delegitimize the importance of the Papal visit to Cuba.
And naturally, Carlos Garcia-Pérez, director of the Office of Cuba Broadcasting, couldn’t miss out on such a provocative encounter. He carried out a blistering defense of Radio Martí, which was recently ridiculed after broadcasting lies fabricated by their “mercenary island correspondents,” such as Yoani Sánchez, José Daniel Ferrer, Marta Beatriz Roque Cabello, Guillermo Fariñas and other similar species that make up their counter-revolutionary wildlife. Not only did Garcia-Pérez exalt Radio Martí, but he happened to do so at the exact moment that a false broadcast was reporting a shootout against a Venezuelan diplomat in Havana, a wild story concocted by Yoani Sánchez, who also appears briefly in the VOA news clip.
Garcia expounded upon the new methods used to spread the counter-revolutionaries’ anti-Cuban message. They use SMS text messaging via cell phones, proxy sites and Psiphon Notes as means to provide access to Radio Martí’s online newscasts as well as tempering their programming to the preferences of the supposed Cuban audience in order to obtain an increase in listenership. This does not rule out that Radio Martí is continuing to disseminate unconfirmed news stories regarding Cuban reality that match the reports sent by the internal counter-revolution movement.
On the whole, the conference was distinguished by a lot of fanciful speculation, and oddly enough it managed to do just that: merely speculate. These noisy gaggles, made up of thieves stealing taxpayers' money, will never topple the revolution. No one knows better than the spider web covered microphones, where little Charlotte yawns daily, acquiescent and bored.
*Editor's note: the original quote, while translated accurately, cannot be verified.
El senador republicano por Florida, Marco Rubio, fungió como estrella en el show mediático anticubano, patrocinado por la Fundación Heritage, con sede en Washington D.C., y por Google Ideas, supuestamente para encontrar fórmulas mágicas para delinear el destino futuro de la Isla. Por supuesto, el senadorcito planteó siempre como premisa básica el desmantelamiento del socialismo como punto de partida para el desarrollo de una idílica revolución tecnológica en el país. Los allí congregados, recalcitrantes enemigos de Cuba como Daniel Fisk, vicepresidente del Instituto Republicano Internacional y ex asistente del Secretario de Estado para el Hemisferio Occidental; Roger F. Noriega, miembro del Instituto de Empresas Americanas y ex embajador de Estados Unidos en la OEA; Mike González, vicepresidente de Comunicaciones de The Heritage Foundation; Mauricio Claver-Carone, Director de U.S.-Cuba Democracy PAC; y Carlos Saladrigas, co-presidente del Cuba Study Group, entre otros, resaltaron la importancia de la Internet como instrumento de manipulación mediática y como medio para hacer efectivo el discurso político de la contrarrevolución interna, encaminado a socavar la actual sociedad cubana. Con aire conspirativo, Marcos Rubio no tuvo recato en reconocer que el objetivo principal del encuentro era "una apertura política en Cuba, alejada del gobierno de los Castro, y el debate que tenemos en este momento es hallar la mejor vía para lograr este objetivo”. Rubio, ferviente defensor del criminal bloqueo contra Cuba, dijo que su eliminación solo era posible si ocurriera un cambio político en la nación caribeña, apologizando sobre las ventajas de una democracia capitalista para los cubanos, en un intento de retrotraer la macabra época de pobreza y discriminación padecida por ellos hasta 1959. Para Rubio, la necesidad de elecciones libres es nada menos que la fantochada electorera en que predominan el tráfico de influencias, el robo de urnas, la compra de votos, los fraudes en que votan hasta los muertos y otros males que aún se perciben abiertamente en las llamadas "democracias" en otros países.
Tanto Marcos Rubio como Roger Noriega posaron para la Voz de las Américas (VOA) para poner en tela de juicio al actual papel de la Iglesia Católica en la Isla, prácticamente tildándola de cómplice del gobierno en una inexistente represión contra los opositores (contrarrevolucionarios mercenarizados). De esta forma se sumaron a los ataques mediáticos para deslegitimizar la importancia de la visita papal a nuestro país.
No podía faltar en el provocador encuentro nada menos que Carlos García Pérez, director de la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), quien realizó una bochornosa apología a Radio Martí, bastante puesta en ridículo en estos últimos tiempos por difundir las mentiras fabricadas por sus "corresponsales mercenarios" dentro de la Isla, como Yoani Sánchez, José Daniel Ferrer, Marta Beatriz Roque Cabello, Guillermo Fariñas y otros especímenes de la fauna contrarrevolucionaria. No le bastó a García Pérez el alabar a Radio Martí en los precisos momentos en que transmitía el falso tiroteo en la Habana contra un diplomático venezolano, fabricado descabelladamente por Yoani Sánchez, quien también aparece brevemente en el video hecho por la VOA.
García caracterizó los nuevos métodos implementados por la contrarrevolución para difundir su mensaje político anticubano, basándose en el empleo de SMS vía celular, el empleo de proxy sites y psiphon notes para que se pueda acceder a la página web de Martí Noticias, así como atemperar su programación a las prefrencias de la supuesta audiencia cubana para lograr un aumento de la radio audiencia. Ello, sin embargo, no excluye que Radio Martí continúe difundiendo noticias dudosas sobre la realidad cubana, de acuerdo con los informes enviados por la contrarrevolución interna dentro de la Isla-
Esta reunión, a todas luces cargada de fantasiosas especulaciones, sirvió tan solo para eso, para especular. Con esos convivios de papagayos y ladrones del dinero del contribuyente nunca se derrumbará a la Revolución. Eso lo saben bien los micrófonos llenos de telarañas donde la arañita Carlota bosteza, a diario, resignada y aburrida.
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