The Education of Obama

Edited by Robin Silberman

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Que lea primero el libro de Galeano y luego el Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano

Menuda sorpresa. Hace varias semanas, los servicios secretos de varios países, congregados en Trinidad y Tobago para la Cumbre de América a la que invitaron a todos los mandatarios del continente, menos a Raúl Castro, descubrieron que Hugo Chávez viajaba con un libro.

Asombroso. ¿Qué leía? Un viejo y disparatado ‘best seller’ titulado ‘Las venas abiertas de América Latina’, perpetrado por el uruguayo Eduardo Galeano a principios de los años setenta.

Pronto se supo para qué Chávez lo llevaba. Se proponía educar al presidente Barack Obama. Quería enseñarle por qué América Latina es pobre y por qué las masas son antiamericanas.

Según el libro de Galeano, las desdichas latinoamericanas se deben a la inicua explotación del continente por los insaciables poderes imperiales que le extraen la sangre en forma de materias primas, mientras le venden productos industriales a precios injustos, todo ello en contubernio con la miserable clase capitalista local, invariablemente al servicio del extranjero explotador.

¿Quiénes son los malos en el libro? Las naciones prósperas exportadoras; los bancos internacionales; los inversionistas extranjeros; los industriales locales; las sociedades desarrolladas.

Son malos, incluso, los sinvergüenzas que financian los planes de control de natalidad entre personas sin recursos (y esta es una frase que yo adoro como muestra del más depurado arte ‘kitsch’ por su insuperable mezcla de estupidez y cursilería) porque: “En América Latina resulta más higiénico y eficaz matar a los guerrilleros en los úteros que en las sierras o en las calles”.

Obama no gana para sustos con los latinoamericanos. Afortunadamente, Óscar Arias, presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, improvisó un espléndido discurso exactamente en la dirección opuesta a las ideas de Chávez y de Galeano.

Pero a los pocos días, muy discretamente, otro gobernante, cuyo nombre no estoy autorizado a revelar, remitió al Presidente norteamericano un ejemplar del ‘Manual del perfecto idiota latinoamericano’, escrito por Álvaro Vargas Llosa, Plinio Apuleyo y por mí, con una nota en la que le sugería leer cuidadosamente el tercer capítulo, ‘La biblia del idiota’, dedicado a desmontar las absurdas teorías de Galeano.

Nuestro libro no le va a revelar a Obama nada que él no sepa. El de Galeano, en cambio, le servirá para penetrar en las confundidas cabecitas de nuestra fauna más pintoresca y destructiva.

Es un espectáculo triste, pero si uno va a convivir con determinados vecinos medio chiflados, es mejor conocer el origen de ese curioso comportamiento. Ese libro lo describe con total precisión. Es la biblia del idiota.

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