According to a survey published today by TV channel Univisión and Latino Decisions, Obama has taken the lead over the would-be Republican candidates. It remains a year until the elections are held, and both the economy and unemployment have become the decisive issues for the campaign, whereas immigration has been pushed into the background. Republican candidates face serious difficulties in attracting Hispanic voters.
The president has a considerable lead compared to Herman Cain: 66 percent in comparison to the 22 percent that support the Republican candidate and current leader in the Republican surveys. Likewise, Obama has 67 percent of support compared to Mitt Romney’s 24 percent, and 68 percent compared to Texas Gov. Rick Perry’s 21 percent.
Obama, a candidate for re-election with a view to these increasingly close elections, maintains the support of Hispanic voters, a group of people that will undoubtedly play a decisive role in November 2012. According to data by the National Association of Latino Elected and Appointed Officials (NALEO), which is one of the biggest Latin organizations in the country, 6.6 million Hispanics voted in 2008. However, this figure will reach 12.2 million in 2012. Back then, Obama obtained the support of more than two-thirds of Hispanic voters. Nonetheless, the absence of any immigration reform, as well as the recession in economy, has jeopardized that support.
The fear of the Democrats coincides with the increase in concern about the economic recovery, but Hispanics, more than the rest of the population, support the president’s work. According to data by Latino Decisions, 66 percent of Hispanics support Obama’s management, whereas 29 percent disapprove. With regard to the general population, the percentages are 50 percent and 37 percent, respectively.
On the one hand, the data by Latino Decisions revealed that 67 percent of Hispanics blame former President George W. Bush for the current economic situation, in comparison with 50 percent of the general population. On the other hand, only 19 percent of Hispanics blame Obama for it, compared to a third of the general population.
Even if immigration is pushed into the background, it will remain a decisive factor, and the vote will be conditioned by it. One of the questions that appeared the survey was: Are you going to elect a candidate you prefer because of his economic plan, even though he has stated that immigrants are a threat to the United States and undocumented people should never be granted amnesty? 54 percent of those polled declared that they would be less willing to support that candidate, unlike 14 percent that answered otherwise.
The toughness of immigration laws driven by Republican lawmakers in some states, just like the statements issued by some of the candidates for the 2012 elections, have distanced Hispanic voters from the Republican Party. The strategy worked during the legislative elections in 2010, when some candidates such as Florida Senator Marco Rubio or Susana Martínez, governor of New Mexico, became the Hispanic faces of the Republican Party. However, recent measures such as Alabama’s immigration law complicate the options for next year. For instance, with regard to Arizona’s immigration law, voters of this state have already given their opinion. In the local elections held yesterday, citizens forced Senator Russell Pearce, the main driving force behind the immigration law passed in April 2010, to give up his position.
According to Latino Decisions, 53 percent of those polled identify with Democrats when they were asked about their stance on the subject of immigration, whereas only 15 percent identify with Republicans. However, none of these figures should reassure the White House: 53 percent of Hispanics were less enthusiastic with Obama as a candidate, compared to what they thought in 2008. On the contrary, 29 percent are more excited about Obama.
Obama se mantiene por delante de los posibles candidatos republicanos, según una encuesta publicada hoy por la cadena Univisión y Latino Decisions. A un año de las elecciones, la economía y el desempleo se han convertido en los temas decisivos de la campaña, mientras que la inmigración pasa a un segundo plano. Los candidatos republicanos, por su parte, se enfrentan a serias dificultades para atraer a los votantes hispanos.
El presidente cuenta con una ventaja importante con respecto a Herman Cain, con un 66 por ciento frente al 22 por ciento que respalda candidato republicano y líder en este momento en las encuestas; un 67 por ciento frente a Mitt Romney, con un 24 por ciento, y un 68 por ciento frente a Rick Perry, gobernador de Texas, que obtiene un 21 por ciento de apoyos.
Obama, candidato a la reelección en unos comicios cada vez más igualados, conserva el respaldo de los votantes hispanos, un grupo de población que jugará sin duda un papel decisivo en noviembre de 2012. Según datos de NALEO, una de las mayores organizaciones latinas del país, en 2008 votaron 6.6 millones de hispanos, pero en 2012 ascenderán a 12.2 millones. Obama obtuvo entonces el apoyo de más de dos tercios de votantes latinos, pero la falta de reforma migratoria y la recesión de la economía han puesto en peligro aquel respaldo.
El temor de los demócratas coincide con el aumento de la preocupación por la recuperación económica, pero los hispanos siguen mostrando un mayor apoyo a la labor del presidente que el resto de la población. Según los datos de Latino Decisions, un 66 por ciento de los hispanos aprueban la gestión de Obama, mientras que un 29 por ciento la rechaza. En el caso de la población general, los porcentajes son de 50 y 37 por ciento respectivamente.
Los datos de Latino Decisions también revelaron que el 67 por ciento de los hispanos culpa al ex presidente George W. Bush por la situación económica actual, frente a un 50 por ciento de la población general. Por otro lado sólo el 19 por ciento de los hispanos culpan a Obama, en comparación con un tercio de la población general.
A pesar de que la inmigración ha pasado a un segundo plano, seguirá siendo un factor decisivo, hasta el punto de condicionar el voto. Una de las preguntas del cuestionario planteaba a los votantes si seguirían eligiendo a un candidato que prefieren por su plan económico pero que ha declarado que los inmigrantes son una amenaza para Estados Unidos y nunca se debería plantear una amnistía para los indocumentados. Un 54 por ciento de los encuestados declaró que estaría menos dispuesto a seguir apoyando a ese candidato, frente a un 14 por ciento que contestó lo contrario.
La dureza de las leyes de inmigración impulsadas por legisladores republicanos en diversos estados, así como las declaraciones hechas por algunos de los candidatos a las elecciones de 2012, ha alejado a los votantes hispanos del partido. La estrategia funcionó durante las elecciones legislativas de 2010, cuando candidatos como Marco Rubio, Senador de Florida, o Susana Martínez, Gobernadora de Nuevo México, se convirtieron en rostros hispanos del Partido Republicano, pero medidas recientes como la ley de inmigración de Alabama complican las opciones para el año que viene. En el caso de la ley de inmigración de Arizona, por ejemplo, los votantes de ese estado ya han dado un aviso claro. En las elecciones locales celebradas ayer, el Senador Russel Pearce, principal impulsor de la ley de inmigración aprobada en abril de 2010 fue obligado por los ciudadanos a dejar su puesto.
Según Latino Decisions, un 53 por ciento de los encuestados dice sentirse más identificado con los Demócratas cuando les preguntaron por su postura en materia de inmigración, mientras que sólo el 15 por ciento se identifica con los Republicanos. Sin embargo, ninguna de estas cifras deberían tranquilizar demasiado a la Casa Blanca: el 53 por ciento de los hispanos también declaró estar menos entusiasmado con Obama como candidato, en comparación con cómo se sentían en 2008, frente a un 29 por ciento que sí está más entusiasmado.
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